SWEET YEJI - Ryeji

Capitulo 26

Yeji llegó a su departamento, y se encontró que estaba sola, de seguro su amiga estaría con Bae.

Entró en su habitación y fue directo al baño a tomar una ducha.

Bajo el chorro de agua comenzó a llorar nuevamente. Sentía que el corazón se le desgarraba.

Pensaba en Ryujin y en lo mucho que ella la amaba, y pensó también en las últimas palabras que salieron de su boca.

Pensó en Felix y en la decepción que sufriría al enterarse que ella y su mamá no estarían juntas.

Pensó en su trabajo y llegó a la conclusión de que debería comenzar a buscar otro lo antes posible, no sabía cuánto lograría aguantar estar al lado de Ryujin.

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Por su parte Ryujin llegó a su casa y fue directo a su biblioteca.

Agradeció que ese fin de semana Yuna se llevara a Felix a su casa. Así podría beber hasta caer muerta sin preocuparse de que su hijo la viera.

Tomó la botella y no se molestó en servir el licor en un vaso, ya que bebió directamente de la botella.

Pensó en todo lo dicho por Yeji esa mañana y en lo no dicho por ella.

Sentía algo por la peli naranja, pero no sabía si la podría llegar a amar como lo había hecho con Karina.

Pensó que tal vez era lo mejor olvidarse de Yeji.

No era justo que Yeji se entregara por completo y ella solo a medias o menos.

Sintió que el pecho le ardía, y no producto del fuerte alcohol que estaba ingiriendo, si no que de la enorme pena que le producía el saber que ya había perdido a Yeji.

Ya llevaba casi más de la mitad de la botella cuando alguien entró en la biblioteca.

—Ryujin, ¿por qué estás así?

—Tú otra vez aquí ¿No te aburres de que cada vez que vienes yo te rechace?

Era Sana que había llegado a la casa Shin y que ahora estaba ahí frente a esta mujer borracha.

—Ryujin, tú sabes que yo te amo. Aunque me rechaces mil veces yo no puedo dejar de sentir lo que siento por ti.

—Sana, ándate y déjame sola, no quiero verte, no quiero ver a nadie—dijo Ryujin empinándose nuevamente la botella para seguir bebiendo tratando de calmar su dolor.

—Estás muy bebida, vamos te llevaré a tu cama.

—No, yo quiero seguir aquí bebiendo.

—Pero qué te tiene así Ryujin, por qué sufres tanto.

—Yeji. Yeji ya no quiere nada conmigo. Y la entiendo, ¿sabes? Yo tampoco querría estar conmigo. Con un jodido estúpida que no es capaz de dejar atrás su pasado.

—Pero Ryujin, eso no es motivo para que estés bebiendo. Esa chica no te quiere, olvídate de ella.

—¡Cállate! no sabes lo que dices—dijo levantándose, pero volviéndose a sentar producto de lo ebria que estaba—, Ella me quiere, soy yo la que no puedo entregarme como ella se lo merece.

Sana miraba a Ryujin.

La última que la vio tan mal fue cuando murió Karina y ahora estaba sufriendo por Yeji.