𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫𝐞𝐬 • 5ta RD Harry Potter

34. pequeño

Mi suerte - Morat

Fred no llegó a mi dormitorio por la noche, no le tomé importancia porque sabía que probablemente se había metido en problemas o lo habían atrapado en el acto, si lo extrañé un poco, pero dormí bien. Con Ginny y Hermione solo nos quejamos de los hombres, ellas querían saber si estaba bien, Hermione quería quejarse de Ron y Ginny quería quejarse de Zacharias, lo normal. Lo que si no esperé fue llegar al comedor, sentarme a desayunar y después ver a una pulga pelirroja a mi lado mirándome cómo si acabará de descubrir cómo comer con tenedor sin mancharse.

-¡Fred, rayos! -George enojado tomó al pequeño niño a mi lado- No tienes permitido venir a la mesa... Oh -se detuvo siguiendo la dirección de los ojos del niño

-¿Ese niño es Fred? -dije sorprendida

-Un experimento salió mal y... terminó así desde anoche -dijo avergonzado tratando de no apretar demasiado al niño que intentaba bajar de sus brazos

-¿Porqué no le pidieron ayuda a Flitwick?

-No es un encantamiento -dijo avergonzado-, es una poción

-Oh... Si, mejor no pedir ayuda a Snape, solo se va a quejar y no ayudará -asentí

-Bonita -dijo Fred apuntando y sonriéndome. Era un niño adorable.

-Gracias, Freddie. ¿Cuántos años tiene, George?

-tres -dijo cerrando los ojos tratando de no gemir de dolor ante los golpes de Fred en su pecho al tratar de bajar de su agarré

-¿Cuánto tiempo estará así?

-No lo sé y solo encogí su ropa para tratar de no tenerlo desnudo

-bonita -Fred renegó aún tratando de bajar de los brazos de George haciéndome sonreír enternecida

-Si quieres déjamelo a mí -sugerí extendiendo mis brazos, Fred de inmediato me imito

-¿Estás segura? Ustedes no estan... en los mejores términos

-Puedo cuidar un niño, en cuanto regrese a su estado mental y físico actual será todo tuyo

-Gracias -dijo aliviado dejando a Fred a mi lado

Él pequeño Fred rápidamente subió a mi regazo para mirarme haciéndome reír.

-Vete, George. Yo me encargo -le sonreí y sólo asintió avergonzado antes de dejarme sola con el pequeño Fred

-Bonita

-¿Si, Freddie?

-teno ame

-yo también, Freddie. ¿Que te gustaría comer?

Y así fue mi desayuno tratando de controlar el apetito de un Weasley y que no comiera azúcar porque si lo hacía me arruinaría todo mi día. Cuándo el desayuno terminó caminamos hasta mi habitación, dónde Fred inmediatamente comenzó a tocar y observar todo con curiosidad, después comenzó a saltar en la cama, cosa que tuve que detener porque después se vomitaba. Esté niño definitivamente era muy activo, traté de ponerlo a dormir para una siesta, pero no funcionó. Escondí las cosas más peligrosas para un niño y lo dejé ser libre mientras yo estaba haciendo mi tarea en mi escritorio sin dejar se vigilarlo, además de que puse hechizos en la puerta y ventana para que no se le ocurriera salir por ellas.

-Bonita -me interrumpió tomando mi pierna, cuando lo miré estaba lleno de pintura

-¿De dónde sacaste las pinturas Fred? -pregunté tomándolo en brazos para observarlo mejor, él sólo rió apuntando mi cajón