08. besos

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Sweet Nothing - Taylor Swift

Pasar tiempo a solas en la biblioteca era divertido para mi. Podía tararear una canción solo para mí y sólo yo me entendía, podía hablar conmigo misma sobre las siguientes tareas que debía hacer y nadie me escuchaba, podía terminar dos tareas de dos días en tres horas si me hiperconcentraba. Era divertido porque podía disfrutar de mi tiempo a solas, a Angie le encantaba hacer las tareas con George, prácticamente no se despegaban del otro, así que era incómodo ser la tercera rueda cuando Fred estaba por ahí haciendo alguna broma con Lee.

Pero desde que Fred se convirtió en mi novio falso toda esa paz desaparecía siendo reemplazada por preguntas, lo tenía que poner a trabajar a la fuerza en sus tareas, preguntar miles de veces si tenía algo en la cara porque no dejaba de verme y eso me ponía nerviosa. Tener que soportar sus ganas de jugar con mi cabello incluso cuando esté estaba amarrado en una coleta alta. Era tener que fingir que su mano en mi muslo o la manera tan tranquila en la que me hablaba sobre su tarea no me daban ganas de besarlo hasta que dejará de hablar. Porque su manera de aprender correspondía en explicarle las cosas a alguien más. Y después estaba el tratar de mantener a raya sus brotes de hiperactividad en el que podía encontrarlo jugando con sus pergaminos, plumas y tinteros o jugando con los libros de algún estante.

Así que cuando un día Fred no pudo acompañarme por estar haciendo algo con Lee se sintió una paz que extrañaba. Y no me mal entiendan, amo a Fred, pero mi voz de hermana mayor interna me decía que debía controlarlo. Aunque mi paz no duro mucho cuando una lechuza se poso sobre mi pila de libros.

-Oh, hola amiguita... ¿Es para mí? -pregunté y juro que la ví asentir cómo si me entendiera.

Saqué algo de un pedazo de galletas o pan que tuviera en la túnica cómo snack y se lo dí antes de tomar la carta y verla volando. Era una carta de mi hermano. La abrí con cuidado tratando de prolongar ese momento más tiempo. Nunca había tenido un hermano mayor... O un hermano varón en ninguna RD, para pasar a tener uno que además es el mayor y aparentemente tiene apego evitativo, era extraño para mí.

En resumen, la carta decía que quería verme en una semana, en casa de Hagrid a media tarde, lo que me sorprendió. Probablemente era para mostrarme los dragones al ser la primera prueba del torneo. Hice una nota rápida con un "Te vere ahí, atte. Alba". Cómo pueden notar, aparentemente, solo hablamos para lo necesario. Cuando estaba a punto de volver a mi tarea ví la cabellera pelirroja de Fred entrando a la biblioteca con una sonrisa y las manos azules

-¿Qué le paso a tus manos?

-¿Me extrañaste, love? -preguntó coqueto sentándose a mi lado

-Contesta mi pregunta primero

-Un pequeño inconveniente con un surtido saltaclases

-¿Un surtido saltaclases? -pregunté confundida

-George y yo estamos haciendo nuestra línea de productos de broma ¿No te lo había dicho?

-Me dijiste que querían abrir una tienda, no que estuvieran haciendo una línea de productos

-Bueno. Los surtidos saltaclases son para eso, para tener una excusa de salir de clases fingiendo que estás enfermo. Estaba perfeccionando los bombones de la verdad y terminé azul -le resto importancia tomando mi muslo y acercándose a dejar un beso rápido en mis labios-. Ahora tú contesta mi pregunta ¿Me extrañaste?

-Algo -me encogí de hombros.

Porque lo crean o no ya me había acostumbrado a su presencia en la biblioteca revoloteando a mi alrededor

-¿Cómo que 'algo'? -preguntó dramáticamente- Debes extrañarme mucho, eres mi novia

-¿Lo soy? -alce una ceja

𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫𝐞𝐬 • 5ta RD Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora