• Cap 22 •

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Maratón 2/3

Cuando llegaron a la casa de Allison, ella se volvió hacia Barca con una sonrisa traviesa.

—¿Quieres pasar? —le preguntó, abriendo la puerta de su casa.

Barca asintió y la siguió adentro. Apenas cruzaron el umbral, Allison soltó una risa espontánea.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Diego, sonriendo al verla tan contenta.

—Es que, no sé, me da risa que todos nuestros encuentros pasionales siempre han sido en tu departamento. —Allison se encogió de hombros, todavía riendo— Nunca habíamos estado en mi casa para eso.

Barca rió también, sacudiendo la cabeza.

—Bueno, supongo que es momento de cambiar eso, ¿no? —dijo, acercándose a ella y envolviéndola con sus brazos.

Allison asintió, todavía riendo, mientras Barca la besaba suavemente. La llevó de la mano hacia el sofá y se sentaron juntos, disfrutando de la cercanía. La casa de Allison tenía un ambiente cálido y acogedor, con fotos familiares y pequeños detalles que mostraban su personalidad.

—Me gusta tu casa —dijo Barca, observando a su alrededor— Es tan tú.

—Gracias —respondió Allison, apoyando su cabeza en el hombro de Barca— Es un lugar que me hace sentir segura y feliz.

Se quedaron un rato en silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Barca acariciaba suavemente el cabello de Allison, mientras ella jugaba con los dedos de su mano. Después de un rato, Allison levantó la cabeza y lo miró a los ojos.

—Gracias por estar aquí, Diego. Realmente lo necesitaba.

—Siempre estaré aquí para ti, Allison —respondió él, inclinándose para besarla—Eres lo más importante para mí.

Allison sonrió y lo besó de vuelta, sintiendo el calor y la seguridad de su amor. Pasaron la noche charlando, riendo y disfrutando de cada momento juntos, fortaleciendo su relación y reafirmando su amor el uno por el otro.

Finalmente, se quedaron dormidos en el sofá, abrazados, sabiendo que, sin importar los desafíos que pudieran enfrentar, siempre tendrían el amor y el apoyo mutuo para superar cualquier obstáculo.

Finalmente, se quedaron dormidos en el sofá, abrazados, sabiendo que, sin importar los desafíos que pudieran enfrentar, siempre tendrían el amor y el apoyo mutuo para superar cualquier obstáculo

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A la mañana siguiente, Allison despertó primero. Al abrir los ojos y ver que estaban en el sofá, solo cubiertos con una manta, no pudo evitar soltar una leve risa. La situación le parecía graciosa y tierna a la vez. Se dio la vuelta con cuidado para no despertarlo y se encontró con el rostro de Barca, todavía dormido.

Allison lo miró con ternura, acariciándole la cara suavemente. Observó cómo su respiración era tranquila y cómo una leve sonrisa se dibujaba en sus labios. Sentía una calidez en su pecho al verlo tan relajado y a su lado.

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