• Cap 35 •

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Al día siguiente, Barca despertó primero. Se quedó un rato observando a Allison, su respiración tranquila y su expresión serena mientras dormía. Sonriendo, se inclinó hacia ella, dejando besos suaves en su hombro, disfrutando de la paz del momento.

Finalmente, Allison empezó a moverse y abrió los ojos lentamente. Barca le sonrió, acariciándole el cabello.

—Buenos días, dormilona —susurró.

—Buenos días —respondió ella con una sonrisa perezosa— ¿Qué hora es?

—Es temprano, pero pensé en hacer el desayuno juntos.

—Suena perfecto —dijo Allison, estirándose antes de levantarse.

Ambos se dirigieron a la cocina, donde Barca comenzó a preparar los ingredientes mientras Allison ponía algo de música para animar el ambiente. La cocina se llenó de una melodía suave, creando un ambiente acogedor y relajado.

Mientras cocinaban, comenzó a sonar "You Found Me" de The Fray. Ambos se detuvieron por un momento, compartiendo una sonrisa, y empezaron a cantar al unísono. Barca tomó una espátula y la usó como micrófono, haciendo reír a Allison.

—¡Eres un tonto! —dijo ella entre risas, pero no pudo evitar unirse al improvisado karaoke.

Cantaron juntos mientras terminaban de preparar el desayuno, disfrutando de la compañía mutua y del simple placer de estar juntos. Luna observaba desde su rincón, meneando la cola con entusiasmo.

—Eres mi mejor hallazgo —dijo Barca cuando la canción terminó, mirándola con cariño.

—Y tú el mío —respondió Allison, dándole un beso en la mejilla.

Con el desayuno listo, se sentaron a la mesa, disfrutando de la comida y de la compañía. Aunque el camino había sido difícil, en ese momento, todo parecía estar en su lugar, y ambos sabían que juntos podían superar cualquier obstáculo.

 Aunque el camino había sido difícil, en ese momento, todo parecía estar en su lugar, y ambos sabían que juntos podían superar cualquier obstáculo

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Durante la tarde, decidieron llevar a Luna al parque para disfrutar del buen clima. Barca sugirió ir a comprar unos algodones de azúcar mientras Allison y Luna encontraban un lugar agradable para sentarse.

—No tardo nada —le dijo Barca, dándole un beso en la frente antes de dirigirse al puesto de algodones de azúcar.

Allison se sentó en un banco bajo un árbol, observando cómo Luna corría y jugaba alegremente. De repente, un chico se acercó a ella con una sonrisa demasiado insistente.

—Hola, ¿estás sola? —preguntó el chico.

—No, estoy esperando a mi novio —respondió Allison, intentando ser cortés pero directa.

El chico no captó la indirecta y se sentó a su lado, demasiado cerca para su comodidad.

—Bueno, podrías hacerme compañía mientras esperas, ¿no?

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