Capitulo 15

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Anabella

La primera vez que supe que quería ser modelo fue cuando mamá me llevó a su trabajo. Ella había confeccionado un vestido precioso y tenía que llevarlo a la sesión de fotos. Tenía seis años en ese entonces. Al llegar al estudio, observé con fascinación cómo la modelo posaba con gracia frente a las cámaras, moviéndose con una elegancia natural que me dejó impresionada. En ese momento, supe que quería hacer lo mismo que ella.

Cuando regresé a casa, no pude contener mi entusiasmo. Me puse mi mejor ropa, tomé el teléfono de mamá y me saqué millones de fotos, imitando las poses que había visto. Hasta ahora, mamá conserva esas fotos en un álbum que atesora. Después de ese día, siempre le pedía a mamá que me llevara a su trabajo, ansiosa por aprender más sobre el mundo de la moda y las sesiones fotográficas.

Me miro en el espejo. Llevo puesto un vestido esmeralda que mamá confeccionó meticulosamente: está adornado con delicados encajes que resaltan su tono verde profundo, y el corpiño ajustado realza mi figura. La falda cae elegantemente hasta el suelo, con una ligera cola que se extiende detrás de mí. Es perfecto, el vestido de mis sueños.

Entra mamá junto con Valentina. Mamá me mira con orgullo mientras Valentina observa con curiosidad.

—No me equivoqué al elegirte como modelo para mi campaña. Estás radiante, Bella.

Valentina la mira con expectación.

—¿Y yo, mamá?

—Tú también, cariño, pero no hay comparación con tu hermana. Ella tiene ese aire profesional que resalta en cada pose.

Sonrío.

—Gracias por esta oportunidad, mamá.

—La mejor decisión que he tomado es escogerte a ti como modelo, Bella.

Le doy un beso  en la mejilla.

De repente, escucho la puerta cerrarse fuerte. Me giro rápidamente, pero Valentina ya no está.

—¿Qué le pasó?

—Está un poco estresada por la boda, es normal —dice mamá, acariciando mi mejilla.

—¿Me ayudas a sacármelo? —pregunto mientras mamá baja la cremallera del vestido.

—¿Has subido de peso? —pregunta con preocupación en la voz.

Sacudo la cabeza.

—No, mamá. Es solo que lo hiciste a la medida de mi talla anterior.

—Le agregaré una talla más. No te preocupes.

Mamá se retira discretamente para que pueda cambiarme. Me quito el vestido y lo cuelgo con cuidado en la percha. Aprovecho ese momento para tomar una foto y enviarla a Khristeen. Han pasado casi dos meses desde que la vi, y también extraño a Nikolai. Todo ha sido un caos últimamente. Manuele conocía todos los detalles de lo que Camilo le hizo a los padres biológicos de Khristeen, pero nunca hizo nada para detenerlo. Mamá, obviamente, también lo sabe. Aún no les he dicho nada al respecto. Por primera vez, me he quedado callada, como si no supiera realmente qué hacer con esta información. Mamá y yo hemos recuperado nuestra cercanía de años atrás, pero ahora está llena de secretos que mantenemos ocultos.

En cuanto a Valentina, siento que su resentimiento hacia mí ha crecido. Está completamente celosa de todo lo que hago. Hace poco escuchó una llamada telefónica que tuve con Andrey y montó un escándalo. Se lo contó a Francesco, pero él simplemente le dijo que me dejara en paz si no quería más problemas de los que ya tiene.

Al parecer, Manuele se enteró de que sus hijos están teniendo relaciones y los castigó a ambos. Valentina se casará con un socio de Manuele, uno que le dobla la edad, y Francesco solo será capo cuando contraiga matrimonio y tenga un hijo. A pesar de todo lo que ha pasado, en el fondo siento compasión por ellos. No merecen este tipo de destino.

Mafia And Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora