No me dejes

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Tocaba el claxon una y otra vez, los autos no avanzaban, el estúpido tráfico lo estaba retrasando, seguía apretando el volante.

—Joder, ¡avancen ya! —gritó frustrado.

Se estaba estresando, quería estar junto a Pablo porque sabía que él lo necesitaba, tenía que saber como se encontraba, quería sostener su mano, suspiró y pegó su frente en el volante, sino fuera dudado tanto en ir a la casa del sevillano tal vez lo fuera visto.

—No me dejes, solo te pido que no me dejes —susurró para si mismo.

Si llegaba a perder Pablo, él se moría junto a él.

Fermín y João estacionaron el auto, el portugués bajó del auto y llamó a unos enfermeros, pronto llegaron con una camilla y subieron a Pablo.

—¡Vamos, Pablo, aguanta un poco más! —exclamó Fermín, preocupado.

Ambos chicos iban detrás de la camilla, ninguno se quería separar del sevillano.

—No pueden pasar —les dijo una enfermera.

—Pero es nuestro amigo —dijo Fermín.

—Lo siento, pero ustedes no pueden entrar a esa sala —habló de nuevo la enfermera para luego retirarse.

João miró a Fermín, se acercó y puso una mano en su hombro tratando de transmitir su apoyo.

—Él va a estar bien —dijo, aunque no sabe si para calmar a Fermín o para calmarse él.

—¿Y si no es así? —Fermín lo miró preocupado— ¿Y si es sobre su rodilla? ¿Y si lo pierdo?

Felix sintió un dolor en su pecho de solo pensar en la muerte de Pablo, no sabe de dónde agarro el coraje y abrazó a Fermín, este con un poco de duda se lo regresó, uno estaba siendo el soporte del otro.

—Disculpen —habló una enfermera, haciendo que ellos se separaran—, necesito saber que fue lo que le ocasionó eso a su-

—Amigo, es nuestro amigo —completó Fermín al ver la mirada interrogativa de la señora.

—Sí, a su amigo —repitió la señora y Fermín asintió.

—Pablo tuvo una operación de ligamentos cruzados y de menisco hace dos semanas. Desde entonces ha estado con fiebre alta, dolor en la rodilla y el cuerpo, náuseas y vomitó —explicó João, con la voz temblorosa.

La enfermera asintió con preocupación y comenzó a escribir algo en una tableta que andaba.

—Le haremos algunos exámenes para determinar qué está causando esos síntomas en su amigo.

—¿Estará bien? —preguntó Fermín.

—Le hemos inyectado algo para bajar el dolor, luego de realizarle los exámenes los dejaremos pasar a verlo, pero por el motivo necesito que esperen aquí —con eso último se retiró dejando solo a los chicos.

Fermín y João se sentaron en la sala de espera, con la mirada fija en la puerta de la sala de exámenes. El tiempo parecía pasar lentamente, hasta que vieron como un Pedri con la respiración agitada llegaba.

—¿Dónde está Pablo? —Fermín se puso de pie y quiso acercarse a Pedri, pero este se alejó— Pueden responderme, por favor.

—Le están haciendo unos exámenes —respondió João.

Pedro asintió, esa respuesta no había calmado su preocupación, caminaba de un lado a otro, la ansiedad lo estaba consumiendo, los pensamientos intrusivos llegaron a su mente, imaginando los peores escenarios con respecto a Pablo.

—Ya deja de caminar que me tienes mareado —habló Fermín, Pedri iba a responder cuando un doctor se empezaba a acercar a ellos.

—¿Familiares de Pablo Gavira? —preguntó el señor de unos cuarenta años.

—Nosotros somos sus amigos, sus padres no están el ciudad y su hermana tampoco —dijo João, provocando que Pedri le diera una mala mirada.

—Pablo tiene una infección en la rodilla producto de la operación. Necesitamos hospitalizarlo de inmediato para tratarlo con antibióticos y controlar la fiebre —explicó el médico.

Tanto João como Fermín asintieron, aliviados de finalmente saber qué le ocurría a su amigo. Pedri no estaba aliviado con eso, una infección en la rodilla no sonaba nada alentador.

—¿Podemos ver a Pablo? —preguntó serio.

—Claro, mandare a una enfermera que les avise cuando Pablo ya esté en su habitación y puedan ir a verlo.

—Gracias —dijo Fermín, el doctor asintió y se retiró.

Pedri miró a los chicos para luego seguir al médico, tenía que hablar con él y saber con claridad qué era lo que tenía Pablo.

—Espere —el doctor se detuvo y se giró para verlo—, ¿puede decirme que es lo qué tiene Pablo verdaderamente?

El médico suspiró y miró a Pedri con seriedad.

—Pablo sufre de artritis séptica. —explicó— Es una infección en la articulación que puede ser bastante grave si no se trata adecuadamente.

Pedri frunció el ceño, preocupado por las palabras del médico.

—¿Y qué consecuencias puede traerle a su carrera futbolística? —preguntó nervioso. El médico asintió con tristeza

—La artritis séptica puede causar daño permanente en la articulación afectada, lo que podría limitar la movilidad y el rendimiento de Pablo en el campo de juego. Además, el tratamiento puede llevar tiempo y requerir reposo, lo que podría afectar su entrenamiento y participación en los partidos.

Pedri se mordió el labio, pensando en lo difícil que sería para Pablo recuperarse de esta enfermedad y enterarse de la posibilidad de volver a jugar fútbol, iba a ser una noticia que lo mataría.

—¿Hay algo que podamos hacer para ayudarlo? —preguntó con determinación.

El médico sonrió con gratitud. —Lo mejor que pueden hacer es apoyarlo y asegurarse de que siga al pie de la letra el tratamiento que le recomendamos. Con tiempo, paciencia y determinación, Pablo podrá superar esta enfermedad y volver más fuerte que nunca al campo de juego.

Pedri asintió con determinación, decidido a estar al lado Pablo en esta difícil etapa. Juntos, enfrentarían la artritis séptica y trabajarían para que Pablo regresara a la cancha con todo su potencial futbolístico, si es que este lo dejaba a estar a su lado, ahora el problema era decirle al sevillano lo que tenía, suspiró cansado y se pasó la mano por su cabello, su celular sonó y lo reviso, era un mensaje de Fermín, al parecer ya podían ver a Gavi, no podía mentirle, pero ¿cómo le contaba que tenía una infección en su rodilla que podía dejarlo fuera del campo de por vida?

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La artritis séptica es una infección en una articulación que causa inflamación, dolor, enrojecimiento, hinchazón y dificultad para mover la articulación afectada. Esta infección puede ser causada por bacterias, virus u hongos que ingresan en la articulación a través de una herida, cirugía, infección en otra parte del cuerpo o por diseminación a través del torrente sanguíneo. La artritis séptica es una condición grave y requiere tratamiento médico inmediato para evitar daños permanentes en la articulación.

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Nota: Lamento haber tardado en actualizar, así que haremos una pequeña dinámica. Les diré un número de comentarios y votos al que hay que llegar y cuando lleguen a la meta, actualizaré, ¿les parece?

Para empezar si este Cap llega a 60 comentarios y 30 votos, les daré dos capítulos.

Pdt: Me alegra que les guste este fic, gracias por leer.

Una navidad junto a ti (Gadri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora