Un Ferrán insoportable

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Odiaba los entrenos por la mañana y sobre todo odiaba no poder estar al lado de Pablo, ese chico era un vicio para él.

—¿Pensando en tu novio? —preguntó Ferrán pasando un brazo por encima de sus hombros.

—No estoy de humor Ferrán.

—Perdemos un gruñón y ganamos otro —dijo y una sonrisa divertida se le dibujo en el rostro—, ese será mi apodo nuevo a Gavi, aunque también le podría decir lindo o pequeño ¿qué te parece?

Pedri apretó su mandíbula y su rostro se volvió serio.

—Me parece que si no te callas, podrías perderte todo lo que resta de la temporada por una entrada accidental de mi parte -quitó el brazo del valenciano de sus hombros.

—No serias capaz, ¿verdad? —el canario lo ignoró— ¡Pedri!

Fermín miraba desde lejos la escena de los dos chicos, en serio extrañaba a Pablo, extrañaba a su mejor amigo.

—Venga a entrenar —aplaudió en frente de la su cara para llamar su atención—, no puedes quedarte ahí sentado con la mirada perdida Fermín.

Este lo miró con el entrecejo arrugado.

—Creo que si puedo hacerlo, así que quítate que no dejas que reciba la vitamina solar —hizo un gesto con su mano para que se moviera.

—¿Vitamina solar?

—Sí eso fue lo que dije, ahora quítate.

—¡Fermín, João! —ambos miraron a Xavi— Vinieron a entrenar no a sentarse a platicar.

Fermín bufó y se puso de pie.

—Gracias João —dijo de mal humor.

Ferrán sonrió divertido al ver la cara de Fermín, la verdad no quería hacer enojar más al chaval, pero la vocecilla en su cabeza le decía que lo hiciera.

—¡Hey Fermín!

—Déjalo en paz tío —Pedri suspiró sabiendo lo que se venía.

—¿Me dejas divertirme, por favor? —Pedri negó con la cabeza— Gracias.

—Eres un dolor en el culo, un maldito dolor —con eso se fue, no estaba tolerando la compañía de Ferrán, no cuando tiene la cabeza hecha un lío.

*****

Apretaba una pelotilla para quitar el estrés, suspiró, ya estaba cansado de estar ahí, el aburrimiento lo estaba matando y la comida era horrible, además odiaba el olor del hospital, el color de las paredes, el color de las cortinas, y sobre todo odiaba que Pedri no estuviera con él, sí, sabía que eso no era sano, no podía estará dependiendo de la presencia del canario, pero no podía evitarlo parecía que Pedri fuera su otra mitad, algo muy cursi para su gusto, pero era la verdad, necesitaba a Pedri.

Lo había estado pensando y dándole vueltas, ¿cómo pedirle a Pedri que fuera su novio? Parecía fácil, solo decirle y ya, pero es que no sabía cómo reaccionaría Pedri al escuchar la pregunta, además no sabía que iba a pasar entre ellos ahora que ninguno tenía dudas sobre los sentimientos, pero tampoco quería apresurar las cosas, ¿por qué estar enamorado es tan complicado?

Ahora que lo pensaba, no le había puesto un apodo a Pedri, bueno solía llamarlo Pepi o canario, pero quería un apodo especial, algo único entre ellos, pero tampoco es como que "Spirit" sea algo especial y único, podría decirle Míster plátano solo para picarlo, pero suena horrible, tal vez-

—Ya está, no seguiré pensando en eso, le seguiré diciendo Pepi o canario da lo mismo, además cuando sea mi novio tal vez le llegue a decir amor —hizo una pequeña mueca— o tal vez no, si mejor no.

Una navidad junto a ti (Gadri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora