Capitulo 4: Una rosa rasgada tan encantadora

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El Príncipe Aegon y el Príncipe Aemond arrastraron a Luna Lovegood por los pasillos de la Fortaleza Roja, la niña distraída y deteniéndose en cada retrato por el que pasaban. Grandes ojos parpadeaban mientras observaba cada escena.


"¡Estamos en una misión, Luna! ¡Sin parar! Aegon refunfuñó, agarrando la mano de Luna y tirando con todas sus fuerzas. El pelo ondeando alborotado, Aegon sin importarle la indignidad.


Aemond atrapó a Luna antes de que tropezara, mirando a su hermano. Se había encariñado un poco con ella después de descubrir que ella no lo trataba de manera diferente después de ver el ojo que le faltaba. "¡Ella ya viene, Aegon! ¿Necesitas azotarla por los pasillos como un perro de caza tras su presa?


"¡Sí! Sólo tenemos un margen de quince minutos antes de que nuestro querido abuelo venga a buscar a mi padre".


Aemond hizo una pausa, mirando a Aegon el tiempo suficiente para que el mayor se volviera consciente. "¿Qué? ¿Crees que no conozco todos sus horarios? ¿Cómo crees que me escapo todo el tiempo?


Aemond comenzó a murmurar en voz baja, apresurándolos. "Si te esforzaras la mitad de lo que lo haces en tu apuesta por la depravación, madre y abuelo tendrían algo de qué enorgullecerse".


"¿Alguna vez se te ocurrió que lo hago a propósito?"


Aemond se quedó helado, un enigma sobre su hermano del que nunca se había dado cuenta. Interrumpido por las reflexiones de Luna. "Tus pinturas son tan extrañas. Nunca me acostumbro a ellos".


El momento entre los dos hermanos pasó. El trío se detuvo frente a la puerta del Rey, esperando que la Guardia Real los anunciara. "¿Qué tienen de extraño las pinturas?" Preguntó Aegon, quitándose el pelo de la cara y secándose el sudor de la frente.


"No se mueven".


Los hermanos compartieron una mirada. Algo que empezaba a ser tradición al estar en compañía de Luna Lovegood.


"Adelante", llamó su padre, y Sir Erryk regresó a su puesto. Salvando a los dos hermanos de tener que responder a eso.


El Rey sonrió al verlos a los tres juntos, girando su cuerpo hacia ellos y alejándose de la gigantesca exhibición de Valyria en la que había estado trabajando. "Chicos, Luna, ¿en qué puedo ayudarlos?"

Guía de Luna Lovegood para los príncipes encantadores*TRADUCCION*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora