Capitulo 5: Los insectos marinos de la traición

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Otto Hightower tomó un sorbo de Arbor Gold.


La bebida fue un punto de discordia para él, ser Tyrell ayudó a producirla y todo. Los Tyrell eran un grupo indigno. No merecían el control del Dominio. Recibir el honor de manos de Aegon Targaryen, el primer rey de Poniente. Los Hightower tenían sangre de reyes, a diferencia de los Tyrell, que habían sido el equivalente a sirvientes.


Su hermano había enviado a Otto a la capital con la esperanza de remediar este problema para las generaciones futuras. Para que Hightower se convierta en Reach Lord's dentro de las próximas generaciones. En cambio, Otto había logrado algo mejor.


Una reina de Hightower.


Había traído más honor a su familia de lo que jamás creyó posible. Aunque a Alicent no le estaba yendo tan bien como reina como esperaba. Una década y media de matrimonio y ella no estaba más cerca de controlar al Rey que el día que Alicent se casó con él. Viserys todavía estaba atrapado en su primera reina, Aemma.


Si Otto fue justo, en parte fue culpa suya.


Otto nunca esperó que el Rey mantuviera a Rhaenyra como heredera después de tener un hijo verdadero. Especialmente después de lo mucho que Viserys estaba obsesionado con tal cosa. Llegó incluso a pesar más que la salud de su esposa a favor de otro intento, que terminó con la muerte prematura de Aemma. Nadie podría decir que la reina anterior no fue obediente.


Otto tomó otro sorbo, leyó la misiva y colocó la copa sobre la mesa para localizar al Rey. En este momento, Viserys debería estar en su habitación con la del maestre para que le cambien el vendaje.


La Guardia Real lo anunció y Otto entró, contemplando el interior de los numerosos maestres. Otto no tenía la menor idea de cómo el Rey esperaba mantener alejada a los demás de la magia de Luna Lovegood cuando tanta gente entraba en sus habitaciones. Ese modelo valyrio fue una maravilla de la magia. Se dio cuenta de que desde la última vez que visitó se habían agregado numerosos dragones. Lo que significa que había hablado con Luna al menos una vez más, probablemente solo, y le había pedido que le agregara algo más.


Otto tendría que poner fin a eso inmediatamente.


No le confió al Rey a la bruja. Parecía inofensiva, pero Otto no se dejaría engañar. Lo que estaba haciendo era un juego de mimos. Ya le habían dado el título de Dama. ¿Qué más conseguiría la bruja con sus extrañas costumbres?

Guía de Luna Lovegood para los príncipes encantadores*TRADUCCION*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora