Cuando Luna Lovegood intentó evitar que Sirus Black cayera a través del Velo en el Departamento de Misterios, accidentalmente fue arrastrada hacia él. ¿Qué debe hacer una bruja cuando la empujan hacia la Danza de los Dragones?
-Creo que Sirius Black...
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Sarra Snow miró con los ojos muy abiertos a la asamblea de los Señores del Norte. Cregan convocó a los estandartes una vez que Rhaenyra solicitó ayuda. Sin embargo, no marchó como Rhaenyra le aconsejó. No, esperó a que la mayoría de sus Señores llegaran a Invernalia antes de convocar esta discusión.
Sarra se preocupó. Cregan tenía solo veintitrés años. Era muy joven para liderar una guerra. Su padre nunca terminó de entrenarlo y su difunto tío Bennard ciertamente no le enseñó nada útil. El tío Bennard había estado demasiado ocupado planeando una traición para robarle el señorío a su sobrino. Si Cregan mostraba debilidad, estos señores del norte lo pisotearían. Este no era el florido sur. Uno no conserva el respeto siendo débil. Cregan era bien visto por recuperar su señorío. Por ser lo suficientemente fuerte como para darle justicia al tío Bennard del norte y lo suficientemente indulgente como para enviar a sus primos al Muro. Pero ahora era el momento de poner a prueba el temple de Cregan. Debía demostrar su valía o casas poderosas como los Bolton, los Manderly y los Karstark se aprovecharían.
Se podía contar con que la Casa Bolton usaría cualquier excusa para rebelarse. Buscaban constantemente debilidades dentro de los Stark. La sangre de los Reyes Rojos corría por sus venas, lo que les daba una posible pretensión de gobernar el Norte. Algo que nunca permitieron que nadie olvidara.
Los Manderly eran la casa más rica del Norte. Incluso más que los Stark. Su clima ligeramente más indulgente durante los largos inviernos y las amplias rutas comerciales ayudaron a asegurar su riqueza y alimentaron al Norte en mayor medida. Sarra dudaba que los Manderly intentaran algo tan tenue como reclamar Invernalia. Nadie los aceptaría como Señor del Norte debido a sus lazos sureños, su adoración a Los Siete y la falta de sangre norteña. Pero pagar menos impuestos o pedir más libertad de acción, eso sí podía imaginárselo. Los Manderly en general tendían a estar contentos con sus tierras. Se movían más como lo hacían los comerciantes, con mentalidad comercial.
Los Karstark eran vistos como una especie de primos lejanos de los Stark. Eran una casa de cadetes fundada hace menos de mil años. Una de las casas más jóvenes del norte, pero tenían la sangre adecuada y realizaron matrimonios cuidadosos para estabilizar su gobierno desde el principio.
La Casa Bolton y la Casa Karstark serían a las que Cregan tendría que demostrar más su valía. Los Umbers también eran conocidos por poner a prueba a sus señores del Norte en tiempos de guerra. Los Umbers tendían a ser guerreros alegres y pacíficos, pero feroces debido a su tamaño y fuerza. No seguirían a alguien que consideraran débil o que los llevaría a la muerte. Lidiar con las incursiones de los salvajes los mantenía ocupados y garantizaba que sus habilidades no se oxidaran.
