Capitulo 59: El tesoro de los condenados

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Hermione se apoyó en su tocador y miró con enojo a Ser Marston, que observaba desde las puertas, mientras ella sacaba la discreta carta de su tocador. No tenía sello, solo una simple cera negra que mantenía el pergamino cerrado.


Corrió hacia su antigua cama, pateando mientras rompía la cera, y miró al guardia de la familia, paranoica de que le robara la carta antes de que ella la leyera. Cuando él no se movió, simplemente la observó, desenrolló el pergamino. Las palabras estaban escritas en letras grandes, pero con pulcritud.


Querida Princesa Mione,

Creo que eres una mentirosa. Dices ser la doncella más bonita de todo Desembarco del Rey, pero mi padre dice que tu hermana Aera es más bonita. Pero eso está bien. Las chicas guapas son aburridas. Serás mi reina Visenya y yo seré tu rey Aegon. Juntos, algún día, gobernaremos todo Poniente. Mi padre me prometió esto.

Dragonstone es ruidoso y es difícil guardar secretos con los banderizos de mi madre en cada grieta del castillo. Creo que Stormcloud y Darkfyre deberían llevarse bien. No sé si deberíamos casarnos si nuestros dragones se odian. ¿Tu dragón es bueno? Padre dice que Darkfyre actuó como un gatito miserable y empapado cuando era pequeño. Escuché que estás tratando de convencer a tu madre y a tu padre para que te permitan tener tu primer vuelo. Mi consejo es que si esperas su permiso, nunca lo conseguirás.

Saludos,

Príncipe Aegon Targaryen


Hermione frunció el ceño ferozmente al ver la carta y corrió hacia su tocador en busca de un tintero y papel de repuesto para escribir sus palabras.


Estimado AegOn,

Eres estúpido.

Saludos,

Princesa HerMione

PD: Tu papá es viejo como la carne seca marchita .


Prácticamente rebosante de satisfacción, dejó la nota sobre el escritorio y siguió saltando. Ser Marston la siguió de cerca.


—¿Ser? —preguntó ella mirándolo fijamente.


"Si, princesa."


"¿Vas a delatarme por escribir cartas?"


El caballero blanco dudó y miró a la joven. —Es mi deber protegerte.


—Es tu deber cuidarme —insistió—. A mi cerebro mental le gusta enviarle cartas a Aegon. Es salud mental.

Guía de Luna Lovegood para los príncipes encantadores*TRADUCCION*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora