Naruto y Sasuke están juntos, ambos han formado una familia y tienen dos hijos, Boruto y Menma. Sasuke protege a la aldea y a su familia desde fuera, mientras Naruto la protege desde dentro.
Esta es la historia del clan Uzumaki-Uchiha. Nada es perf...
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En la televisión pasaban el anuncio que había hecho su tío, hablaba sobre el Día de Padres e Hijos, hecho especialmente para fortalecer la unión entre las familias y tener mejores lazos. Sarada lo veía con admiración, su tío siempre estaba esforzándose.
Su madre decía que era normal que lo admirara, lo era porque había crecido a su lado, viendo su espalda y todo lo que intentaba hacer por la aldea que decía que también era su familia y escuchaba siempre a su tío Sasuke cuando narraba las hazañas que había logrado en la Cuarta Guerra Ninja, al punto de reconocerlo como el mejor shinobi de todos los tiempos.
Pero había alguien a quien admiraba mucho más.
—Buenos días, papá —saludó Sarada con una sonrisa.
Colocó el desayuno en la mesa, había dos platos, vasos y cubiertos. Era el primer día, luego de un par de meses, en el cual podía desayunar con su padre a primera de la mañana.
—Buenos días, Sarada —respondió Itachi.
Su padre era el hombre más paciente que había conocido en su corta vida. Siempre se preocupaba porque su familia, sus tíos y sus primos estuvieran bien, además, era el hombre más amoroso. Se esforzaba siempre en todo.
—🍃—
—Tío Sasuke... —Sarada jugaba con sus manos. Quería preguntarle algo a su tío, fue antes de los exámenes chuunin, luego de ir a la biblioteca Uchiha y ver todos aquellos pergaminos, después de hablar con sus padres y saber algo de su pasado, pero seguía inquieta—, ¿Puedo preguntarle algo?
—Claro, dime —Sasuke volteó a verla.
Sarada respiró profundo. Era una pregunta que abría paso a un tema fuerte, o al menos así lo consideraba ella.
—¿Cómo era mi padre antes de la masacre del clan?
Vio en la mirada de su tío una ligera angustia, pero luego, se suavizó.
—Siempre fue una persona inteligente, se graduó de la academia a los siete años, dominaba técnicas avanzadas desde esa edad, despertó el sharingan a los ocho y era el orgullo de mi padre —dijo con una pequeña sonrisa—. Y a los trece años, se volvió Capitán Anbu de su propio equipo.
Sarada abrió mucho los ojos, la sorpresa era enorme y de repente se sintió muy atrasada en todo. Ella salió a los casi doce años de la academia ninja, se volvió genin y apenas, a los trece, haría los exámenes chuunin ¡A su edad su padre ya era ANBU! Entonces, ¿A qué edad su padre fue chuunin? Debió de ser en aquellos años entre los ocho y los trece, tal vez.
—¡Tengo que dar mi máximo esfuerzo! —exclamó de repente.
Ahora era su tío quien estaba sorprendido por el repentino grito.
