Inalcanzable - rivari g!p

Capítulo 16

El rojo y el dorado decoraban cada espacio de la Academia. Y no era precisamente porque las Titans hayan ganado algún campeonato de Football, sino porque ya faltaban pocos días para que llegara la navidad. Aquella época en que todos se sonríen sin saber porque, dónde es común escuchar tararear alguna canción navideña e impregnarse de esa felicidad. Pero para cierta Castaña aquella época no representaba todo eso. Por lo que caminaba con su habitual postura de chica popular repartiendo miradas asesinas a quien osara canturrear a su lado alguna melodía que incluyera a Rodolfo el reno o Santa Claus.

No recordaba con exactitud cuando fue que dejó de perder esa ilusión que le causaba la navidad. Cuando era una niña, no lograba pegar un ojo en toda lanoche esperando para abrir sus numerosos regalos, porque ser hija única, la princesita de papá tenía como recompensa siempre tener todo lo que deseaba, por lo que "Santa", nunca le falló. Pero al crecer fue perdiendo esa alegría por la navidad y por las fiestas de fin de año.

Ahora significaban para ella, tener que hacer de anfitriona en las fiestas navideñas de los Garza que tan cotizadas eran.

Soportar aviejos verdes que le decían lo bien que había crecido y si tenía suerte poder robarse alguna botella de champaña que le ayudara a digerir todo eso. No es que fuera un grinch, es sólo que ya no era tan divertido manipular a su padre para que le comprara lo que quería, porque de alguna manera ya tenía todo lo que podía desear alguien de su edad.

Llegó por fin a su casillero arrancando las guirnaldas que lo adornaban e intentó buscar su IPhone para poder escuchar algo que no fueran villancicos.

-Hola Abril -. Saludó-.

La Castaña se volteo para saludar. - ¡Dios Aldo! -. Exclamó-. ¡Tienes que avisarme cuando decidas ponerte todo el maldito arcoíris! ¡Podrías haber dañado mi vista de manera permanente! -. Le reclamó poniendo una mano en susojos-.

Aldo bajo la cabeza inspeccionando su vestuario, llevaba un abrigo con todos los colores que uno podía imaginarse.

-Pero a mí me gusta-. Le dijo haciendo un puchero-.

- ¡Abril! -. Exclamó Roció quien había escuchado parte de eso-.

-Amor, a abril no le gustó mi abrigo-. La acusó Aldo como un niño pequeño-.

-Garza no molestes a mi novio-. Le advirtió-. No le hagas caso cielo, hoy te vez hermoso-. Le dijo -.

Molly llegaba a dónde estaban, con esa alegría característica.- ¡Muérdago! -. Exclamó entusiasta posicionando la ramita sobre la cabeza de Roció y Aldo-. La pareja se miro y rompieron la distancia en un amoroso beso, lleno de ternura.

- ¡Puaj! -. Expresó la Castaña con una expresión de asco-. Pueden ir por favor a otro lugar de la escuela a hacer eso, quiero mantener mi desayuno en mi estómago-. Dijo dándose vuelta hacía su casillero-.

- ¿Qué los celos no te dejan mirar, Garza? -. Preguntó Roció alzando una ceja-.

- ¿Celos? ¿Dé que tú novio te va a dejar ciega antes de los 20 por culpade esa ropa que usa? ¿O de que vas a tener que casarte para tener sexo con el?, No definitivamente no estoy celosa-. Se burló la chica.

-Idiota-. Masculló Roció-.

La campana sonó para avisar del inicio del primer bloque de clases y las chicas se dispersaron cada una a su respectiva clase. Abril seguía con su cabeza en otra parte. Pensaba en cómo el tiempo había avanzado muy rápido. Y en cómo algo en ella estaba cambiando de manera considerable, desde que estuvo por primera vez con Samanta, no había vuelto a estar con nadie más, y eso ya hace varios meses atrás, podría decir que lo que tenía con la chica de ojos marrones se estaba pareciendo bastante a una relación.