Inalcanzable - rivari g!p

Capítulo 40

Abril despertaba con un horrible dolor de cabeza. Cada sonido era potenciado a mil y sinceramente no recordaba todo lo ocurrido la noche anterior. Abrió los ojos evitando la luz y reconoció la habitación, pero Samanta no estaba durmiendo a su lado como de costumbre. 

Miró a su derecha y vio que el reloj ya marcaba casi el mediodía, también que había encima de la mesita de noche un vaso con agua y dos aspirinas. Sonrió, seguro que eso lo había dejado su chica. Se las tomo y bebió todo el vaso con agua sintiendo que se aliviaba en algo ese malestar en su estómago.  -No volveré a beber en la vida-Murmuró antes de levantarse-. Se fue a la ducha y esperó hasta que se entibiara el agua, esperando que le aliviara en algo ese dolor de cabeza. Se puso algo de la ropa de Samanta  y bajó a ver si estaba en la cocina.

Y no se equivoco porque tranquilamente bebiendo su café y leyendo lo que parecía un expediente médico estaba Samanta. Abril se acercó lentamente por la espalda para susurrarle al oído.

-Buenos días guapa - Saludó-. Samanta sonrió y se giró para darle un pequeño beso en los labios.

-¿Cómo te sientes?-Preguntó amorosa invitándola a sentarse a su lado-.

-Mejor, pero aún siento que se me parte la cabeza ¿Tanto bebí anoche?- Le preguntó tomándose casi de un sorbo el vaso de jugo de naranja que Samanta tenía servido-.

-Si me lo preguntas a mi, creo que es porque si, bebiste mucho-Contestó molestándola-.

-¿Y las chicas?-.

-Aún duermen, Nuvia bebió casi tanto como tú así que cuando despierte seguro que querrá morir y Vicky, ella nunca ha sido buena levantándose temprano-Respondió-.

-¿O sea que estamos solas?-Interrogó insinuante-.

-Si- Contestó acercándose a sus labios-Pero prefiero que mantengas la distancia, no quiero quedarme con las ganas como anoche-.Bromeo la chica de ojos marrones-. Abril la miró como necesitando una explicación para aquello.

-¿No lo recuerdas? ¿La señorita el alcohol me sube la temperatura y luego se duerme?-Ironizó-.

-Yo...-Abril se sonrojó totalmente- Lo siento mucho amor, te prometo que te compensaré-. Para Samanta que le haya dicho amor, ya compensaba todo lo que no había pasado la noche anterior. Le tomó el rostro entre las manos y rompió la brecha entre ella en un beso apasionado que casi dejo sin aliento a la castaña.

-¿Qué quieres desayunar?-Le preguntó tomándola posesivamente por la cadera-.

-Más jugo y con algo de fruta será suficiente, no creo que mi estómago soporte algo más-.

-Dame un segundo y te sirvo-. Samanta picó de todas las frutas que tenía en su nevera y exprimió naranjas para hacerle más jugo.

-Listo, sé que no tengo las mismas habilidades que tú en la cocina pero esta hecho con cariño-Señaló-. Abril le dio un beso en agradecimiento.

-Creo que iré a ver como está Nuvia, es hora que se despierte-Dijo Samanta-. Abril se alertó ante ese comentario, porque había una gran posibilidad de que Samanta o encontrara la cama de la habitación de su hermana vacía, porque estaba en "otra" cama o al contrario viera a Vicky compartiendo cama con Nuvia en su habitación. Cualquiera de las situaciones era desastrosa.

-No, quédate conmigo, aprovechemos este tiempo a solas, seguro que las chicas no tardan en bajar-Le pidió sentándose en sus piernas con un gesto totalmente infantil.

-Sabes que a ti no es para nada fácil negarte algo-.

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Mientras en la habitación de Nuvia, una embobada futbolista no dejaba de mirar a la porrista que aún estaba dormida. Había estado en esa posición desde que despertó, simplemente no podía dejar de mirarla. Nuvia por fin abrió sus ojos y el dolor de cabeza que tenía Abril al parecer era mínimo comparándolo con el que aquejaba a la pequeña Rivera.