Capítulo 51

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En la mañana siguiente, el doctor Rivera llegaba a su casa agotado después del turno de noche en el Hospital, sonrió al sentir un agradable aroma venir de la cocina y cuando llegó hasta ahí se dio cuenta que su olfato no le había fallado. Estaban Abril y Samanta desayunando, ésta última había hecho aquellos memorables Hotcakes.

-Pero que agradable llegar a casa y tener un rico desayuno-Expresó alegre- Buenos días Abril -.

-Buen día Doctor Rivera- Saludó solemnemente la Castaña-.

-Homero, ya sabes que puedes decirme Homero- Le dijo- ¿Y Nuvia? -Preguntó-.

-Durmiendo y no creo que despierte muy pronto- Respondió Samanta-.

-Pues se perderá estos maravillosos Hotcakes- Dijo sentándose y comenzando a desayunar-. Hablaron sobre varias cosas hasta terminar el desayuno. Samanta le dio una mirada que Abril entendió de inmediato.

-Voy a subir a ver a Nuvia, quizás necesita RCP -Bromeó la Castaña-.El doctor sonrió, esa chica le caía muy bien.

-Papá, sé que estás cansado pero pasó algo y debemos hablar, es importante- Dijo Samanta cambiando por completo la expresión que tenía hace algunos segundos - Homero se acomodó en la silla, presintió que era algo realmente importante, Samanta no solía usar nunca ese tono.

-Me estás asustando...-.

-Es para asustarse - Murmuró la futbolista-.

-Samanta -Dijo en un tono para que su hija hablara ya-.

-Ayer, cuando salía de la regionales... Yo estaba en el estacionamiento de la escuela...-Estaba siendo difícil comenzar a hablar, ella aún no lo procesaba del todo, suspiró profundo y decidió decirlo de una vez - Rosario ha vuelto, me interceptó en el estacionamiento - Soltó y no quiso ver la expresión de su padre - Homero no caía en las palabras de su hija, aquello no podía ser cierto, esa mujer... Esa mujer que lo había abandonado con sus dos hijas había vuelto. Samanta levantó la mirada y vio el dolor en los ojos de su padre.

-Dijo que estaba aquí porque quería hablar con Nuvia y conmigo, que venía a recuperarnos, yo le dije que se fuera... Le dije que se fuera antes que Nuvia la viera... Ella no lo sabe y yo creí que era mejor decírtelo primero, no sé si se va a quedar... No lo sé y Nuvia es frágil...-Intentaba explicar con más detalle la mayor de las Rivera -.

-Tomaste la mejor decisión... ¿Te dijo algo más? ¿Dónde se está hospedando? - Preguntó el doctor-.

-No, no le di tiempo, sólo quería que se fuera antes que Nuvia apareciera-Respondió- Homero afirmó con la cabeza, esa mujer lo escucharía, escucharía cada palabra que tenía para decirle, cada una que se había guardado por diez años.

-No le digas nada a tu hermana- Le pidió-.

-No lo haré- Aceptó Samanta con seguridad-.

-Lamento que hayas tenido que pasar por eso sola, ella debía hablar conmigo antes de intentar verlas a ustedes- Dijo con rabia-.

-Tranquilo, yo estoy bien- Expresó para hacerlo sentir mejor, aunque aquello no fuera del todo cierto-.

En el piso de arriba, Abril intentaba despertar a Nuvia, había pasado antes por uno de los baños y sacó dos analgésicos, sabía que su amiga los necesitaría cuando despertara.

-Mmm...-Balbuceaba Nuvia muy adormilada-.

-Ya despierta que es cerca del medio día- Le dijo la Castaña sentándose a su lado-. La porrista intentó sentarse en la cama y lo logró con mucho esfuerzo llevándose de inmediato una mano a la cabeza.

Inalcanzable - rivari g!p Donde viven las historias. Descúbrelo ahora