Capítulo 25

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Samanta se movía en la cama emitiendo pequeños suspiros y buscando a tientas a su lado a abril. Tanteaba el costado sin éxito por lo que abrió los ojos con pereza y ahí descubrió que aquel frío que la despertó se debía a que su Castaña, ya no dormía junto a ella.

Se reincorporó apoyando su espalda en el respaldo de la cama para mirar por su habitación por si estaba duchándose o algo, pero ni rastro de su Castaña. No pudo evitar sentirse decepcionada al pensar que abril se había ido sin siquiera despedirse. Se levantó y se fue al baño para luego bajar. En los últimos escalones al ir bajando escuchó algunas conocidas risas provenientes de la cocina por lo que se apuró para llegar ahí.

-Menos mal que has despertado, Vicky está que te deja sin desayuno-.Exclamó una alegre abril -.

-Hola-. Saludó la chica de ojos marrones-. ¿Porque no me despertaste? -.Preguntó acercándose-. La pregunta fue inconscientemente hacía abril que dejaba más hotcakes en la mesa que había preparado. La Castaña no supo que responder ante ello.

-No quisimos despertarte, pensamos que el rompimiento con maléfica te había dejado exhausta por lo que era mejor que descansaras-. Contestó Nuvia-. Samanta se ubicó al lado de abril, mientras que al frente estaba su hermana y Vicky.

- ¿Qué quieres desayunar? -. Preguntó una extrañamente amorosa Castaña-.

-Comeré algunos hotcakes y un café me vendría bien, gracias-. Respondió mirándola-. Abril se levantó para servirle el café.

-Sabes hace cuanto alguien no hacía un desayuno así en esta casa, porque mi hermana es buena en muchas cosas, menos en la cocina-. Decía Nuvia quien estaba disfrutando mucho de lo hecho por la Castaña-.

-Seguro ahora tienes a abril más seguido por aquí y tienen que avisarme para venir a desayunar con ustedes-. Agregaba Vicky-.

-Claro, cómo si tú necesitaras invitación para venir a mi casa a saquear mi refrigerador-. Bromeo Samanta-.

Abril había despertado temprano y después de observar cómo Samanta dormía abrazada a ella por varios minutos, decidió levantarse para prepararle el desayuno. Buscó algo de ropa de su chica para cambiarse, se duchó y luego fue a la cocina. Algo que disfrutaba mucho era cocinar, lo hacía con su abuela de pequeña y ahora con su madre, era algo que a las mujeres Garza se les daba con facilidad. Preparó café, trozó fruta, hizo hotcakes porque sabía que Samanta los amaba, algunas tostadas y cuando estaba en eso apareció Nuvia efusiva como siempre. La pequeña le termino de ayudar con algunas cosas.

-Espero que no te moleste que haya tomado ropa tuya para cambiarme-.Dijo abril a Samanta-.

-No, sabes que no me molesta-. Contestó llevando comida a su boca-.

-Podrías haber ido a mi habitación y tomar algo mío-. Ofreció Nuvia -.

-Lo pensé, pero digamos que tus camisetas me quedan algo ajustadas-.Explicó mirando sus pechos que claramente eran más grandes que los de Nuvia-.

- ¡Hey yo tengo más que mi hermana! -. Se defendió-.

-Si, pero ella es mucho más alta, así que su ropa me queda ancha-. Para que iba a decir que disfrutaba de ese aroma tan propio de Samanta que siempre tenía su ropa-. En eso sintieron la puerta abrirse. -

- ¡Chicas llegue! -. Exclamaba su padre-.

- ¡En la cocina! -. Le contestó Nuvia-. Homero dejo su bata y su maletín en el salón para seguir rumbo a la cocina.

-Buenos días-. Saludó-. Que sorpresa tenerlas aquí-.

-Hablaras por abril porque a Vicky, la tienes aquí más que a mí-. Le contestó Samanta-.

Inalcanzable - rivari g!p Donde viven las historias. Descúbrelo ahora