Inalcanzable - rivari g!p

Capítulo 28

-Hola-. Saludó el chico con una postura de galán que pensaba sería efectiva-.

-Hola... Tú otra vez... ¿Enzo? -. Respondió el saludo-.

-Eric-. Corrigió-.

-Es igual-. Expresó no dándole importancia porque si los nombres de las chicas se le olvidaban menos se iba a aprender el de algún chico-.

-Te vi aquí y me acerqué a preguntar si habías pensado en lo que te dije en la mañana-. Insistía-.

-La verdad no lo he pensado, tengo muchas cosas que hacer-. Respondió siendo sumamente desagradable-.

-Vamos Abril, tú eres popular yo lo soy, tenemos muchas cosas en común -.Seguía el idiota-.

-Vaya que si son muchas cosas las que tienen en común-. Agregaba Nuvia sarcástica lo que produjo una risita en la Castaña-.

El chico no parecía entender el sarcasmo en esas palabras así que sonrió con lo que él pensaba era encanto lo que hacía a abril confirmar su teoría de que a todos los jugadores de baloncesto tanto golpe les dañaba el cerebro.

Estaba a punto de rechazarlo cuando otra vez un balón de futbol americano volaba por los aires cómo arma de ataque y golpeaba con certeza en la cabeza del deportista. Y si, era otra vez la misma chica quien lo lanzaba.

Samanta había notado de inmediato la presencia del chico y lo reconoció, sabía que era el mismo que estaba con su Castaña en la mañana, por lo que intentó con todas sus fuerzas seguir siendo indiferente, pero al notar que los minutos pasaban y él no se iba, la paciencia se le estaba agotando, más al ver que abril reía, ella no sabía que la Castaña no reía precisamente por el chico sino por la broma de Nuvia.

Por lo que sin detenerse a pensar y cómo lo que tenía en su mano era el balón lo lanzó con una puntería envidiable acertando con precisión a su objetivo. Ahora iba calmadamente a recuperar su balón. Abril lo había tomado de rebote, manteniéndolo en sus manos sin creer aun lo que había hecho Samanta. Nunca la había visto actuar de esa manera.

-Me lo das por favor-. Pidió la chica de ojos marrones con su voz neutra-.

- ¡Disculpa que acaso no te fijaste que me has golpeado! -. Le reclamó alterado el chico-.

-No me fije-. Le contestó altiva-.

-Por supuesto que sí, lo has hecho a propósito-. Siguió-.

-No, aunque el que tiene que tener cuidado eres tú, nosotras estamos entrenando tú no tienes por qué estar aquí-. Expresó con firmeza-.

-Yo estoy dónde quiero, no vas a venir a decirme tú dónde puedo o no estar-. Le contestó sobándose sutilmente para no evidenciar que le habíadolido-.

-Si insistes en quedarte entonces yo no me hago responsable si te llega otro-. Le dijo sin remordimiento-. Ahora me das mi balón debo volver a entrenar-. Dijo dirigiéndose a abril-.

- cla... Claro-. Dijo nerviosa dándole-. Abril y Nuvia se miraban sorprendidas porque Samanta no era de confrontaciones, aunque la Castaña se hacía una idea de porque estaba actuando así.

-Yo que tú mejor me voy, porque te aseguro que ese que recibiste no va a ser el único que te llegue si te quedas-. Expresó abril regresando su vista al campo-. Al chico no le quedó más que darse la vuelta y salir con el orgullo herido de ahí, porque no sólo fue rechazado sino también dejado en ridículo.

- ¿Sigues pensando que es linda? -. Preguntó Nuvia bromeando-.

-Pienso que si seguimos aquí el próximo va para ti o para mí-. Contestó riendo-. Pero por ese día ya no hubo más golpes con balones de futbol americano, por lo que abril y Nuvia esperaron a que las chicas salieran en el estacionamiento.