Capítulo 56

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Samanta llegaba a su casa cansada después del entrenamiento, había sido realmente agotador el doble turno.

-¡Nuvia!-Gritó abriendo la puerta de  su casa-.             

-¡En la cocina!-Exclamó la porrista-. Samanta frunció el ceño y caminó hasta allí.

-¿Qué estás haciendo tú aquí?-Preguntó en tono de broma al verla rodeada de ollas y sartenes-.

-Preparé algo para comer... O lo intenté por lo menos-Expresó viendo su creación culinaria-

-Y se te dio por cocinar ¿por qué...?-Expresó mirando la pasta que había preparado su hermana con desconfianza-.

-Quería esperarte con algo para cenar,  Vicky me dijo que los entrenamientos están siendo duros...-Expresó alzando sus hombros-.

-Me huele que me quieres pedir algo y estás intentando hacer méritos - Bromeo ayudándola a sacar los platos - Es tu cumpleaños en unos días y papá me dijo que querías un auto... Un auto deportivo -agregó-. Nuvia pensó que sería más fácil conseguir el auto deportivo que el hecho de que su hermana aceptara tener a su madre como invitada en su casa.

-Sólo quise esperarte con algo de comer, no seas mal pensada....-Expresó haciéndose la desentendida la porrista-. Samanta sonrió y le desordenó el pelo con cariño.

-Estás tan grande...-Susurró nostálgica-.

-Lo estoy-Expresó con orgullo la porrista-.  Se sentaron en el salón y pusieron una película. Samanta  le dio el primer bocado a la cena e intentó disimular su expresión al sentir como lo salado se acentuaba en su paladar. Muy muy salado.

-¿Cómo está?-Preguntó Nuvia ilusionada-.

-Muy sabroso-Expresó tomando un poco de soda para pasar la sal-.

-Samanta... Hay algo que de lo quiero hablarte...-Dijo con inseguridad-.

-Lo sabía- Expresó sonriendo- ¿Que quieres de regalo de cumpleaños?-Preguntó-. Nuvia tomó mucho aire, preparándose para la reacción de su hermana en cuanto dijera lo que quería pedirle. Pero antes que pudiera hablar sonó el timbre.

-Yo voy-Dijo Samanta levándose-. Apuró el paso y se encontró a su Castaña al otro lado de la puerta con un semblante difícil de interpretar.

-Hola-Saludó Abril - Perdón por no avisarte que venía- Le dijo con una media sonrisa-.

-Tú no tienes que avisar- Expresó Samanta tomándola por cadera para hacerla entrar y robándole un beso-.

-¡Abril!-Exclamó Nuvia al verla entrar- No te vi en todo el día-.

-Estuve con Rocio -Respondió-.

-¿Quieres cenar con nosotras?- Preguntó la porrista para luego llevar el primer bocado de su creación- sus labios- ¡Samanta no me dijiste que se me había pasado la sal!- Exclamó bebiendo soda desesperadamente - Samanta y Abril rieron.

-¿Comida china?-Preguntó la futbolista tomando el teléfono-.

-Por mi está bien-Respondió Abril -.

-China, será-Dijo Samanta dándole otro beso-. La Castaña caminó para sentarse justo a Nuvia .

-¿Estás bien?-Preguntó Nuvia -.

-¿Por qué?-Inquirió la Castaña intentando disimular-.

-Te ves cansada... Y no fuiste a la práctica de hoy-Argumentó la pequeña Rivera-.

-Estoy bien-Respondió escuetamente-¿Y tú?-.

-Estoy bien...-. Ambas se miraron y supieron que no se estaban diciendo la verdad la una a la otra.

Inalcanzable - rivari g!p Donde viven las historias. Descúbrelo ahora