Capítulo 14. Malditos Celos. Parte 1

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Fue la misma noche, después de que el señor Ennoshita expusiera sus razones para seguir con su esposa, que Katsuki tomó una decisión.

Sentado frente a su escritorio, pensó y pensó al respecto, mientras miraba su argolla de matrimonio. La había mantenido guardada en el último cajón, el que estaba bajo llave siempre.

Sopesó las dudas y también las posibilidades, cuando creyó que nada estaba claro, su teléfono sonó.

Frunció el ceño, justo la persona con la que quería hablar.

—¿Qué ocurre? —dijo en cuanto contestó.

—Qué agradable saludo, no hemos hablado en dos meses y es lo primero que me dices, eso quiero saber yo, ¿Qué ocurre Katsuki? ¿Por qué tu esposa no se escucha muy feliz de estar de vuelta?

—¿Hablaste con ella?

—Siempre estoy hablando con ella, últimamente no parece muy contenta, ¿Tienen problemas?

—No sé si debería hablar de esto contigo.

La mujer del otro lado de la línea chasqueó los dientes.

—¿Y con quién más planeas hacerlo? Kirishima no solucionará tus problemas maritales.

Katsuki quedó en silencio un momento, sopesando las consecuencias de contar la verdad. Él no lo había hecho, nadie además de Ochaco y sus amigos más cercanos lo sabían. Ni siquiera sus padres. No estaba seguro de querer que lo supieran, con lo mucho que sus padres adoraban a Ochaco.

—Pasó algo, yo... No quiero hablar de eso, sin embargo, fue algo que me hizo dudar fuertemente de si habré tomado la decisión correcta, cuando decidí casarme con ella. Ella se fue y volvió hace poco y, creo que disfruté más mi tiempo a solas...

—¿Estás molesto con ella?

—No, ya no, no en realidad, creo que lo que pasó fue mi culpa, así que, ya no estoy molesto.

—¿La amas, Katsuki?

El silencio fue tan prolongado, que ella suspiró.

—El amor es difícil ¿Eh?

—No sé cómo lo hacen, tú y papá, siempre parecieron muy enamorados, honestamente no sé cómo es que papá sigue contigo, tu carácter es una mirada.

—¡Mocoso del demonio!

—Dijiste que ibas a ayudarme.

—Esto no es fácil, el amor se vuelve frágil y desaparece si no se nutre como se debe, tu papá y yo siempre hemos sido un gran equipo, los problemas no van a desaparecer por sí mismos, Katsuki, lo importante aquí, es qué tan dispuesto estás a solucionar las cosas. Si crees que no vale la pena, entonces ya no hay nada que salvar, pero ¿esa no es la situación, cierto?

—¿A qué te refieres?

—Si tú creyeras que no vale la pena solucionar las cosas con Ochaco, no estarías dudando de ello, probablemente estarías firmando el divorcio ahora mismo, en cambio, si realmente te está carcomiendo por dentro, seguramente es que piensas que no te gustaría dejar que las cosas acabarán así. ¿Me equivoco?

—Eso creo.

—Piensa en las razones que te llevaron a casarte con ella, tal vez si te pones a recordar todo lo que vivieron juntos, la respuesta sea más clara.

Hubo otro momento de silencio.

—No sabía que fueras tan buena en esto, tal vez para papá si valga la pena seguir contigo.

Anatomia según IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora