Epílogo

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Ser omega no es fácil. Te enfrentas toda la vida a situaciones que te obligan a probar que eres capaz de hacer cualquier cosa, desde cuidarte a ti mismo hasta probar que haces bien tu trabajo. Y en la mayoría de las veces, nunca terminas de convencer a los demás.

Ser un omega, abrirte camino en un gremio que fue creado por y para alfas, es complicado.

Ser omega y que se te reconozca más por el apellido de tu esposo que por tus propios logros, es un fastidio.

Ser omega no es fácil, pero desde que se casó, Izuku aprendió a verle el lado bueno.

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¿Qué le habrá tomado tanto tiempo?

Izuku no era tonto, Katsuki llevaba semanas comportándose ciertamente extraño.

Honestamente, ¿cuánto tiempo pensaba que podría ocultarlo?

Después de algunos meses de relación Katsuki le dio la llave de su departamento, ellos prácticamente vivían juntos. ¿Cómo esperaba ese tonto alfa que Izuku no encontrara el anillo escondido en el armario?

Izuku estaba empacando para los dos días que se irían a Musutafu por la boda de Kirishima y Kaminari, que acertadamente habían elegido invierno para su boda. Solo bastó tomar el suéter correcto para que cuando lo sacara del armario, la cajita cayera al suelo.

Cuándo la vio, a sus pies, Izuku solo atinó a abrir la boca sorprendido. Ni siquiera gritó, se agachó todo el camino hasta el suelo, acarició la cajita y estaba a punto de abrirla cuando Katsuki gritó:

-¡Ya llegué!

Izuku gritó para sus adentros y rápidamente llevó la cajita a la parte de atrás del armario y volvió a colocar el suéter en su lugar. Se quedó inmóvil ahí, sujetando la prenda todo el tiempo que Katsuki tardó en entrar a la habitación, él fingió que no había tocado nada ni visto nada, sonrió e hizo amago de bajar la pieza de ropa cuando Katsuki, obviamente alterado, dijo:

-¿Qué haces?

-Empaco.

-¡Ese no!

Izuku casi se pone a reír. -¿No? ¿No te gusta? -refiriéndose al suéter y fingiendo demencia.

Katsuki se sacó la excusa del fondo de las pésimas ideas y declaró amar el invierno, el frío y no necesitar abrigos. Como si Izuku no lo conociera.

La cuestión fue que Izuku descubrió la cajita cuando estaba a mitad de su internado, pero recibió la propuesta cuando estaba iniciando su residencia.

Quizá Katsuki no había encontrado el momento, o quizá estaba asustado de ser rechazado (de lo cual no había posibilidad), o quizá pensaba que era muy pronto, para ese momento solo llevaban un año de noviazgo.

Al final, la razón que haya sido, Izuku siempre llevaría en su memoria el día de la propuesta.

Para ser honestos, Izuku ya se olía la ocasión. Fue un feliz 3 de noviembre, sus padres y los de Katsuki se reunieron para cenar en familia, con el pretexto de festejar la primera palabra de la pequeña Mirai, la bebé de Tamaki y Mirio.

Izuku sabía que para empezar los padres de Bakugo no tendrían razón para interesarse en lo que hacía el cachorro de su hermano, en segundo lugar, Izuku había querido convencer a Amajiki de festejar el primer cumpleaños de la pequeña Mirai y él había dicho:

-Es un desperdicio, ella solo tiene un año, no recordará nada, ni siquiera sabrá lo que pasa.

Así que era ridículo que hicieran una fiesta porque la pequeña había dicho "Dada".

Anatomia según IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora