Anatomia según Izuku

Capítulo 16. Desastre

Desastre, era poco.

Cuando Kariage decidió mandar todo a la mierda, lo primero que Katsuki hizo fue pensar en Izuku.

No importó cuánto Iida se esforzó por aclarar el malentendido, el daño ya estaba hecho. Cuando todos comenzaron a retirarse y solo quedaron unos pocos, se encontró siendo jalado a la salida por su esposa.

Ochaco parecía contenta, salía riéndose, minimizando lo que Kariage había hecho, pero eso ni siquiera le molestó, él solo quería saber cómo estaba Izuku.

—Necesito volver, —dijo cuando estaban por tomar el elevador al estacionamiento en el sótano —la señora Ennoshita fue operada esta tarde y... Su esposo se fue. Necesito revisarla.

Ochaco frunció ligeramente el ceño.
—Para eso están las enfermeras y los de guardia, ¿por qué tienes que volver?

—Ella está sola, su esposo acaba de irse, tuvo varias crisis durante la operación y un paro antes de, estoy preocupado.

Mentiría si dijera que el caso no era grave, pero definitivamente mentía al decir que volvía por ello.

—Está bien. Nos vemos... ¿Mañana?

Katsuki asintió, por la mirada que Ochaco le estaba dando, sintió perfectamente que algo estaba pasando por alto, pero tenía otras preocupaciones en mente.

Ochaco tomó el elevador y Katsuki se dio la vuelta, solo después de que las puertas se cerraron. Las palabras del señor Ennoshita repitiéndose en su cabeza mientras caminaba.

Cuando pasó por el pasillo de la habitación de la esposa, algo le pincho la nuca, dio la vuelta y, después de dudarlo un momento, decidió entrar.

Para su sorpresa, se encontró a la aún señora Ennoshita despierta, mirando su bolso en la mesa de la habitación.

Katsuki entró muy despacio.
—Despertó, ¿cómo se siente?

Ella suspiró. —Adolorida, algo mareada también.

—Enviaré a una enfermera, debo...

—Doctor...

—¿Sí?

—¿Él se fue?

Entonces sus ansias por salir se detuvieron. —Sí.

—¿Por qué habrá tardado tanto?

—¿Disculpe? —confundido, sopesó lo que aquellas palabras significaban —¿Quiere decir... Que estaba esperando a que lo hiciera?

—Hace años.

Entonces, el titular se acercó a la cama, metió las manos al saco dudando si preguntar, la señora no tenía buen temperamento, pero él necesitaba saber.

—¿Se arrepiente de haberse quedado con él?

Cuando le hizo esa pregunta al señor Ennoshita, él había contestado que no, porque sentía que le debía muchas cosas a su mujer, pero ¿qué había de ella?

—Sí... Creí que era lo correcto, porque me casé con él, juré pasar mi vida a su lado, pero lo único que logré fue odiar mi propia existencia y amargar la suya. Si hubiera elegido irme, mi vida habría sido diferente... La suya también, tal vez podríamos haber sido más felices. En fin, ya estoy aquí. Y por fin se fue.

Katsuki tuvo que reflexionar esas palabras a profundidad.

Que algo sea correcto, no significa que sea lo mejor. Podría terminar siendo, el más grande de los desastres.

Suspiró, justo cuando una enfermera ingresó a la habitación.

—Estoy retirándome —dijo, con una extraña expresión de felicidad —¿podrías revisar a la señora Ennoshita? Acaba de despertar, está lucida, pero siente dolor, cualquier cosa, llámame ¿está bien?