Capítulo 17. Pero qué Idiota

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—Arriesgué demasiado, me debes una grande.

Ella comenzó a reír. —Fue divertido verte haciendo el ridículo. Lo arruinaste por completo.

—A cambio perdí mi puesto como jefe temporal.

Ella sonrió de lado, se acercó hasta él, le acarició la mejilla, el cuello y se detuvo en su hombro. Él suspiró.

—Pero te divertiste ¿no?

Kariage levantó una ceja. —Parece que tú sí que te divertiste.

Ochaco se dio la vuelta, avanzó hasta tomar el picaporte de la consulta de Kariage y dijo.
—Lo odio, sería feliz si todo lo que hiciera le saliera mal.

—Pobre, mira que tenerte de enemiga no debe ser una cosa fácil.

Ella volteó sonriendo, no era felicidad, tampoco malicia, era más bien una sonrisa de altivez.

—Por eso, debes quedarte de mi lado. No creas que no me he dado cuenta, que ese chico te agrada más de lo que dejas ver.

Kariage sonrió. —¿Qué debería hacer? Después de todo, es obvio que a Katsuki y a mí nos gusta el mismo tipo de omegas.

La sonrisa de Ochaco se cayó, hasta transformarse en una cara de absoluto repudio. Sus nudillos, aun en el picaporte, se apretaron tanto que se volvieron blancos.

—No te atrevas a compararme con ese mocoso.

Kariage sonrió, aún le gustaba mucho ese lado de Ochaco.
—Claro que no, viendo tu rostro justo ahora, me doy cuenta de lo distintos que son.

Ella no dijo nada más. Abrió la puerta y se marchó. Detrás, Kariage sonrió divertido.

—Me pregunto si Katsuki conocerá este lado tuyo. Yo, lo dudo mucho.

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—10 dólares, a que es su exnovio —dijo Shindo, inclinado sobre la barra de la recepción.

Del otro lado de la mesa, Shoto negó.
—Con la familiaridad que le habla debe ser un pariente, creo que debe ser su primo, o algo así.

Denki secundó. —Yo también lo creo, no pondría a un ex como contacto de emergencia.

Iida frunció el ceño. —¿No le preguntaste?

El rubio negó, justo en ese momento, un montón de voces se escucharon desde el pasillo.

—¡Es increíble! —era Shinso —¿Con qué derecho se cree usted para venir aquí a juzgar la capacidad de los doctores de este hospital?

—Tengo todo el derecho de exigir lo mejor para el paciente en cuestión, yo estoy pagando la operación —decía el doctor Mirio, completamente serio, mirando con total desafío al cirujano residente.

Indignado, Shinso miró a Kirishima, que hasta entonces solo los había estado mirando.

El peli rojo suspiró. —Tiene un punto al decir que puede pedir al cirujano que quiera, si está pagando la operación, sin embargo, debo añadir que la opinión que en realidad importa, es la del paciente. Ya que él es mayor de edad, está en pleno derecho de decidir.

Ambos alfas sonrieron con confianza. Shinso creyendo fervientemente que su interno no le rechazaría y Mirio, más que seguro que su hermanito querría lo que él le dijera.

—Izuku querrá lo que yo quiera —dijo el rubio.

Detrás de Kirishima, el doctor Bakugo frunció el ceño, adelantó el cuerpo, se posicionó justo al lado de Shinso y preguntó.

Anatomia según IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora