CAPÍTULO 4

218 88 36
                                    

"La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse las veces que sea necesario "

Mario Benedetti.

Calypso

Cambios de planes.

Mi madre me hace mucha falta, si hay algo que extraño de España, definitivamente es ella y nuestra fundación.

—Cariño, ¿Cómo has estado? Pero, ¡Que delgada te ves, Calypso!

—Mamá, estoy ...— Me río por la cara que pone.— Estoy bien y no estoy delgada nada, estoy normal.

—¿Así te ves normal?— Me señala con el dedo.— Yo digo que mi hija ha adelgazado y no me gusta para nada, ahí no estás comiendo bien.

Puntualice.

—Mamá, estoy bien de verdad, tranquila.

Empieza a llorar.

—¡Mamá! Por eso no te llamo muy seguido por FaceTime y prefiero las llamadas normales, porque siempre me haces sentir culpable por no estar ahí.

—Mi vida, es que te echo tanto de menos que verte así y no poder tocarte, tomarte entre mis brazos me parte el corazón. Ya he perdido a tu padre en este país y no quiero perderte a ti también.

Se limpia la cara.

—Ma, no me va a pasar nada. Aquí estoy segura y además estoy con Daniel, ¿Te acuerdas?

—Igual no me tranquiliza. No me importa que su padre sea un militar, él no te podrá cuidar como yo.

—Sí mamá, me está cuidando muy bien.

Trato de calmarla por un buen rato.

—Caly, ¿Hay algo entre ustedes?

—No hay nada mamá.

Me limito a contestar, no es algo tan importante como para decirlo a mi madre.

—Por tu bien que sea verdad, porque son amigos desde siempre y no quiero que por meter la pata, acostándose las cosas terminen mal entre ustedes. Una amistad como la suya vale mucho, así que cuida eso y cuídate mucho por mí.

—Mamá, deja de preocuparte tanto ¿Vale? He llamado para que veas que estoy bien y que no te estoy huyendo como lo has dicho a la tía Melissa.

—Tu tía es una chismosa, no se puede quedar con lo que uno le dice en el estómago ¿O qué? Te tenía que ir con el chisme.

—¡Mamá!— Me río— Ella solo estaba preocupada y quería que te llamará para que estés más calmada.

—De todos modos ella siempre ha querido que su hermano no se casa conmigo.

—No es cierto, son ideas tuyas, mamá. Bueno de todos modos, estoy feliz de haber oído tu voz, pero tengo que ir a trabajar.

Ellas nunca se han llevado bien. Pero mi tía es una mujer excepcional y la idea de que no querer a mi mamá como su cuñada solo son pensamientos de mi madre, nada más.

—Espera, ¿De verdad sigues con tu estúpida idea de retomar las clases de diseñadora? Pero si has seguido una carrera de administración de empresas, ¿Por qué te rebajas a tanto hija?

—Mamá sabes perfectamente lo que he venido a hacer en este país. Además diseñar cosas y fabricarlas no es un mal trabajo mamá y quiero demostrarles a todos que nuestra familia sí se respeta y además mi carrera de administración me sirve para dirigir el consorcio.

LA RULETA NEGRA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora