LA RULETA NEGRA [+21] (EDITANDO)

CAPÍTULO 5

"Las aparecías engañan, así que no confiéis en cualquiera así sea su propia familia"

Lección de vida

Lykos.

Noticias inesperadas.

Tengo que hacer una llamada urgente al convento donde está mi hermana. Mi padre no ha podido hablar con ella ayer y me ha dejado un mal sabor en la boca saberlo.

Quedé por hacerlo ayer. Pero con el encuentro que tuve, mi mente se quedó ocupada con otra cosa.

Su cara, su elegancia y su carácter me dejaron cautivado y queriendo saber más. No me dijo su nombre y no sé porque.

Dijo que su padre tiene una empresa. Soy un hombre de negocios. El mundo empresarial es uno que conozco muy bien. Será fácil para mi encontrar algo sobre él.

Quiero saber más de ella. Pero en la recepción no he tenido la información que quería de ella.

—¿Has podido saber de tu hermana?

Habla el hombre que tengo sentado frente a mí.

—No papá. No he podido hacer la llamada, pero la voy a hacer cuando pueda.

—No quiero que me digas que lo vas a hacer, quiero que lo hagas ya Lykos.

Por eso mi padre y yo nunca nos hemos llevado bien. Su carácter tan exigente y dictador es lo que llevó a mi madre a la muerte.

—¿Puedes dejarme hablar con mi hermana a solas?

—Yo también quiero hablar con ella— viene cuando enciendo la pantalla de mi portátil—hazte a un lado.

—¿No crees que te estás pasando un poco?

—¿Querer hablar con mi hija es ser exagerado?

Me levanto dejándolo con la máquina.

—Habla con tu hija —se acomoda en mi silla— cuando terminas, yo hablaré con mi hermana.

Con la paciencia a la mierda, salgo aprovechando para ir a la oficina de mi hermana mayor.

—¿Se puede? —me asomo y está concentrada en unos papeles— si estás ocupada regreso luego.

—No, no pasa —se quita los lentes— ¿Ahora qué te ha hecho papá?

—¿Tan evidente es?

—Es que te conozco, hermano —me siento sobre la silla frente a ella— y cada vez que papá te saca de tus casillas tienes la misma cara que traes justo ahora.

—Su presencia me enerva Camila. No puedo creer que sea tan insensible con su propia familia.

—Ah eso, —vuelve a sus documentos— ya te he dicho miles de veces que dejes de querer algo que nunca va a suceder.

—¿Tan malo es soñar con una familia feliz?

Desde la muerte de mi mamá parece que somos puros extraño el uno con el otro y las cosas empeoraron con la partida de mi hermana menor.

Creo que por esta falta de cariño Camila se casó tan rápido. Ama a su esposo y aprecio mucho a Matías. Pero creo que su repentina decisión fue por las tensiones que teníamos en casa.

—Papá no va a cambiar. No lo hizo cuando mamá estaba viva y no creo que lo haga ahora.

—Cuando vuelva Lexandra temo que se decepcione de esta situación.