LA RULETA NEGRA [+21]

CAPÍTULO 13

"Somos una casualidad llena de intención"

Mario Benedetti.

Lykos

Tensión exaltante.

Esa mujer es un misterio, nunca nadie me había puesto el mundo de cabeza come lo ha hecho ella solo con una mirada. No he dejado de pensar en ella después de nuestro encuentro en el Casino, he tenido que volver al Casino el día siguiente y amenazar con despedir a Gabriela para que me diera su teléfono, la noche de nuestro encuentro no he podido dormir, pegar el ojo para mí fue todo un lío, cada vez que los cerraba tenía su imagen ahí, su rostro clavada en mi mente como un fantasma.

Me preguntó si creía en el karma, que le dejará todo al karma y que si íbamos a volver a vernos, se iba a encargar, y aunque hubiera intentado hacerle caso, no hubiera podido aguantar. Quise saber de ella de inmediato cuando me dijeron que era muy amiga de Gabriela.

No tenía idea de quien era hasta que se presentó con Jemison Salmón en los Premios, y ahí supe donde había oído por primera vez su apellido. En una de las reuniones de mi padre con sus socios, él siempre ha tenido una rivalidad innombrable con el señor Jean Mari Gangnera y hasta hace poco entendí porque.

Por eso he firmado sin leer los documentos que proponía Calypso para la empresa de mi familia, me bastó con leer : Socio mayoritario en cuanto uno de los partidos gane la subasta organizada por los empresarios más poderosos y famosos del medio de construcción en unas de las clausulas. Ella cree qe he firmado sin leer pero no es así, leí lo que tenía que leer, las cláusulas. En un contrato no hace falta leer lo blablabla que está escrito ahí arriba, lo más importante está en las cláusulas, porque un documento sin ellas, se puede romper en cualquier momento sin necesidad de un juzgado.

Voy a poner de mi patre para que ella gane esta subasta, es una mujer muy fuerte, determinada, hermosa y muy inteligente, a pesar de su tranquilidad hacía mí actitud al firmar sin leer, estoy segura que ella está investigando de más para saber mis verdaderas intenciones y no las sabrá, no hasta el día que decida decírselo yo mismo. Por ahora, ella va a seguir en la ignorancia porque solo así la puedo proteger más.

El sonido de mi móvil me trae de vuelta a la realidad.

—Tayler, estoy ocupado no te puedo atenderte ahora.

—Díselo al señor que tengo encima —escucho voces detrás de él— no me dejará en paz hasta que se comunique contigo.

—Vale. Pásamelo —espero un momento— sí Marco, te escucho.

—¿Qué hay de la misión que te encargué Lykos? —Suena molesto, muy molesto.

Marcos es un amigo al que he prometido un par de favores a cambio de información sobre hermana.

—Estoy en ella, se me han complicado un poco las cosas aquí y he tenido que improvisar algunas de ellas.

—¿Qué has improvisado exactamente? ¿Ser el perrillo faldero de la hija Gangnera? —suelta con burla.

Cómo se ha enterado de lo que estoy haciendo con Calypso.

—!Tiene que confiar en mí! —solo digo esto—. No se me ha olvidado la misión. Voy a cumplirla y los tendrá más pronto que lo esperaba.

—Más te vale, o será su vida por la suya.

Me cuelga. Todas las mierdas que debo limpiar por tu culpa, Hyperion Lancier.

Aviento el móvil sobre el escritorio molesto. No tengo tiempo suficiente, entonces tendré que actuar muy rápido. Presiono el teléfono fijo de mi oficina.