Cap 24. "¿He oído bien?"

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Mientras los dos lobos se miraban sin expresión alguna en sus rostros, los demás integrantes del grupo trataban de no abrir demasiado la boca por el asombro.

¿Habrían escuchado bien? ¿Vilks acababa de llamar a ese lobo hermano?

-Tienes mucho valor para mostrar la cara por aquí, Vilks-

-Yo tampoco me alegro de volver. Créeme. Pero creo que ya sabes a lo que venimos-

-... Venid conmigo.-

Mientras seguían al lobo misterioso, Trix se acercó a Vilks y le susurró.

-Vilks. Tío, jamás me dijiste que tenías un hermano-

- En realidad, éramos siete. Uno murió durante el parto. Yo soy el mayor de la camada, y el que estaba destinado a ser alfa-

-Exacto. Estabas. Ahora soy yo quien ocupa tu puesto-

-Eso es imposible. Cuando me desterrasteis, el siguiente más mayor debió haber tomado el mando. Tú eres el más pequeño ¿Dónde está Yeku? ¿Dónde...? ¿Dónde está todo el mundo? -

El lobo de pelaje oscuro se detuvo.

-El liderazgo de la manada no ha sido nuestro único legado familiar... Pero de haber sabido lo que significaba tener un fragmento de la perla en nuestro poder, nos hubiésemos desecho de ella hace mucho tiempo-

-Haka ¿De qué estás hablando? ¿Dónde está la manada? -

-Os recomiendo daros prisa. La enfermedad ya ha llegado a estas montañas. El fragmento no tiene el poder suficiente para protegeros a todos, solo al portador. Vilks, siento mucho no haberte escuchado en su momento. Ve y arregla lo que nuestros antepasados rompieron. Trae a mi manada de vuelta... por favor.-

Haka rompió a llorar. Lo que Vilks no sabía era todo lo que había ocurrido en su ausencia.

Si, la enfermedad llegó a la manada. Uno de los hermanos de Vilks se infectó. En un intento por defender a todos, los demás hermanos atacaron. Pero todos fallaron. El hermano mayor, Yeku, llegó a Haka con el fragmento de perla: "No te separes del iceberg. Mientras estés tú solo, el fragmento te protegerá" fueron las últimas palabras de Yeku a su hermano pequeño.

-Haka, ven con nosotros. No voy a dejar que te quedes aquí solo-

-¿De verdad? ¿Después de todo lo que te hicimos?-

-Te estoy perdonando a tí, no al Haka del pasado. Y tú también deberías perdonarte a tí-

Haka sonrió. Vilks guardó el fragmento de la perla en su alforja y, juntos, comenzaron el descenso.

El grupo comenzó a bajar la montaña. Pequeños copos de nieve caían en sus hocicos, estaba comenzando a nevar.

Mientras los dos hermanos se ponían al día y Trix ponía la oreja, las chicas jugaban con la nieve. Una de las bolas que Poppy lanzó, sin querer, golpeó a Sequía. Era curioso, la nieve no se evaporó al instante. Fue más lento que con el agua.

-¡Hey! ¡Más cuidado! Soy muy friolero. Tenéis suerte de que no me guste tocar la nieve. Si no estaríais enterradas bajo una gran bola blanca y congelada, sin poder salir. Y deberíais parar de jugar a eso, podríais dar a alguien que no está jugando-

Justo en ese momento, una bola perdida le dio a una roca peluda y negra. Esa roca comenzó a moverse y reveló ser un gran oso infectado.

-¿Veis? Si ya lo decía yo... en fin. Nos vemos en Carmosón. Chao-

Y Sequía desapareció, dejando a todos contra la bestia.

-¡Todos! ¡Corred ladera abajo! ¡Ya!- Haka grito.

La perla de la pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora