Seis. Eran los fragmentos necesarios para reconstruir la perla de la paz.
Dos. Eran los fragmentos que nuestros ya héroes poseían.
Cuatro. Los guardianes que debían convencer para reunir todos los fragmentos.
Rojo, guardián del fragmento verde. Líder del volcán del carbón y un gallo con muy mala leche.
Galón, guardián del fragmento azul. El elefante más viejo y sabio de todo Colmirok.
Ruz, guardiana del fragmento morado. Jefa de las grullas rescatistas de las islas puntiagudas.
Trote, guardián del fragmento rojo. El tirano de la laguna carmesí.
Y allí estaban. Los seis guardianes mirándose cara a cara: Rojo, Galón, Trote, Ruz, Vilks y Poppy.
-¿De dónde habéis sacado el fragmento perdido? Ladrones...-
-Rojo...-
-No, Ruz. Por una vez, el pollo ha hecho una pregunta inteligente. Responder-
Trote avanzó varios pasos hasta colocarse frente a Poppy.
-Nos volvemos a ver, niña ¿Siquiera sabes lo que está pasando?-
-¡Ejem!- Ante la amenaza de Trote, Sequía no dudó en acercarse un poco. Simplemente para que Poppy viera que no estaba sola.
-La perla es sabia. Eso ya lo sabemos todos. La paz se rompió junto a ella y cada fragmento pasó a ser la posesión de quienes estuvieron presentes aquel día. Los grandes líderes, que se pelearon por la custodia total de la perla; y el lobo, que sólo la quería para sembrar el caos. Durante todos estos años, la perla os ha mantenido con vida para que vosotros mismos volvieseis a restaurar lo que rompisteis. Y los lobos hemos pasado este fragmento de generación en generación pensando que era un tesoro familiar. Pero la perla bien sabía que en una de esas generaciones un lobo querría enmendar los errores cometidos en el pasado. Por eso mismo estamos aquí, guardianes. Para arreglar lo que rompimos hace tanto tiempo. Y no solo para eso. Como sabréis, la enfermedad oscura ha regresado y esta es la única cura conocida. Si no queréis ver como nuestro único hogar desaparece ante nuestros ojos, juntad vuestros fragmentos y acabemos con esto de una vez por todas-
Vilks trató de dar un discurso que motivara a todos los guardianes ¿Sería suficiente?
Ruz hizo el amago de avanzar para unir su fragmento. Pero Trote, por algún motivo, la detuvo.
-¡Vamos, Trote! No sabes lo que va a pasar-
-Claro que lo sé ¡Nada! Todos aquí presentes, menos los dos nuevos "Guardianes" si se pueden llamar así, sabemos que esto es imposible-
-Tal vez vuelva si juntamos los fragmentos-
-Eso no lo sabes-
-¡Y tú tampoco!-
-¡Esto es absurdo! ¡Aunque los juntásemos, no va a pasar nada! ¡Todos lo sabéis! ¿Verdad, Rojo?-
Toda la atención se redirigió a Rojo.
Sus plumas estaban abiertas. No era difícil darse cuenta de que era el guardián que más nervioso estaba.
-Yo... yo...-
-Rojo, por favor. Tenemos que intentarlo-
-Eso Rojo. Hazle caso a Ruz... ¡Seguro que funciona...! ¡¿O NO?! ¡Tu sabes mejor que nadie que esto es imposible... ¿Y qué pasa si funciona? ¿Qué nos pasará a nosotros entonces? ¡Yo paso de todo esto!- Trote dio media vuelta y se fue.
ESTÁS LEYENDO
La perla de la paz
FantasyCuando alguien se enferma, lo más normal es ir al médico, pero ¿Y si te dicen que la única cura para lo que padeces es una perla quebrada cuyos trozos están repartidos por todo el mundo? Los dueños de los trozos de la perla se odian, la enfermedad s...