Chispa de amor

17. Amistad

El ambiente en la casa se altera en el momento que Sam se exalta al ver mi brazo, no quería tener que hablar en este momento, lo único que quería hacer era llorar hasta quedarme seca por la lluvia de emociones que sentía.

- ¡SAM! – Gritaron todas.

- Ese idiota la lastimo – Dice Sam con furia contenida – muestrales tu brazo Ari, por favor.

La chispa de mi corazón se encendió otra vez cuando vi sus ojos, pero esta vez no me sentí como en otras ocasiones, cuando nuestras miradas se conectan siento calidez y excitación, ahora, sentí la furia qué recorría a Sam por dentro, vi su preocupación por mí en sus ojos esmeralda y algo más que no logre identificar, hago lo que Sam me pidió, en cuanto las chicas ven mi brazo entienden por qué Sam está furiosa, veo a Tamara y le hago una señal para que intervenga, ella sabe casi todo y no quiero que este asunto se salga de control.

- No Samanta, no harás nada, ninguna hará nada – Dice Tamara con su tono más autoritario – Vamos a sentarnos y a escuchar a Ari, si es que te encuentras lista para hablar – Me dice con una pequeña sonrisa - Marce, Caro - Ellas escuchan con atención - invoque a nuestro código de emergencia para estar con aquí con Ari y ayudar en lo que nos pida – Hace una pequeña pausa – Sam, tú eres la nueva en esta hermandad y es un buen momento para que conozcas cómo funciona el código – Tamara siempre ha sido buena para hacerse cargo de las situaciones más estresantes - Si alguna nos necesita, se le ayudará en lo requiera y sin hacer preguntas, si alguna quiere una abrazo se lo damos, si quiere un hombro para llorar nos turnamos para prestárselo, si alguna necesita silencio lo guardamos hasta que ella quiera hablar, si quiere estar sola, respetaremos su espacio ¿De acuerdo?

- Sí – Sam y las chicas afirman al unísono, pero aun con la furia reflejada en sus facciones, Tamara les sonríe con orgullo y ahora se dirige a mí.

- ¿Qué podemos hacer por ti guapa? - Me quedo muda un instante por las palabras de Tamara y la reacción de las chicas.

Si Tamara siguió el código entonces las chicas no saben nada aún de toda mi historia con Sam, ellas saben las preferencias sexuales de Sam y las aceptan con toda naturalidad, no sé cómo manejar lo mío con Sam, contárselo a Tamara la primera vez fue fácil porque nos conocemos más, pero una parte de mí tiene miedo de que Marce y Caro me juzguen por todo esto, además de que no sé si Sam se sienta cómoda con que contemos lo que ha estado pasando entre nosotras, todas están expectantes esperando mi petición, miro a Sam y sé que debo hacer.

- Necesito hablar con Sam un momento, disculpen – todas se ven confundidas ahora, Sam no dice más y me sigue afuera de la casa.

- Sam... ¿Estás bien? - Digo con un susurro.

- Si ¿me dirás que te paso en el brazo? – Sigue furiosa.

- N... no es nada Sam, tranquila

- No me pidas eso Ari... – me dice con voz contenida – No cuando veo claramente que estás lastimada...

- Está bien - ¡Dios! ¿Cómo puede verse hermosa aun estando enojada? – Te lo contaré cuando regresemos con las chicas ¿Ok?

- De acuerdo – Susurra – ¿Qué me querías decir? – Doy un largo respiro y me preparo para terminar de enfrentar lo que falta de la situación, Sam y yo estamos en el banco del jardín, ella tiene su mirada al frente, supongo que su mal humor le impide verme.

- Quiero saber si te sientes cómoda con contarles de a las chicas sobre lo que está pasando y sobre porque Erick y yo terminamos, ya que tú eres el motivo por el que decidí terminar con él – Ella por fin me voltea a ver y en su mirada hay emoción, tiene sus labios apretados en una fina línea, sé que quiere sonreír pero se contiene.