Chispa de amor

26. Burbuja

Estoy en nuestra habitación contemplando como duerme Sam, se ve tan hermosa y en paz que no quiero despertarla, mi estómago gruñe por segunda vez, no quiero dejar de verla, pero ya no aguanto el hambre, será mejor que vaya a preparar algo de desayunar, con mucho pesar me alejo de ella, me pongo una camisa para hacer el desayuno, una vez en la cocina decido hacer algo sencillo, cuando renté el lugar pedí algunos ingredientes para que Sam y yo pudiéramos desayunar, decido hacer hot cakes, pico algo de fruta para acompañar y pongo la cafetera, cocinar para ella es fantástico, creo que este es otro lenguaje con el cual se puede demostrar amor...

Me estiro un poco para abrazar a Ari y comenzar a darle los buenos días, al no sentirla me despierto completamente ¿dónde estará? mis sentidos se empiezan a activar cuando mi nariz reconoce un rico olor... creo que son hot cakes, mi chica está cocinando... oh y escucho que está cantando también, ¡ese espectáculo no me lo pierdo por nada!, salto de la cama para ir en busca de mi bella novia... novia... qué feliz me hace esa palabra, anoche terminamos tan agotadas que ni siquiera me molesté en ponerme pijama, busco unos calzones de corte hipster y un top antes de ir en su búsqueda...

Una vez término de bajar las escaleras, me paro en seco al ver el espectáculo frente a mí, ahora tengo un hambre voraz... Ari está de espaldas a mí, vestida con una camisa tan corta que no deja nada a la imaginación, diviso que trae una ropa interior muy sensual, está bailando y cantando "I wanna dance with somebody", definitivamente yo quiero bailar con ella, pero en la cama, me acerco poco a poco como un cazador a su presa...

- Qué bien bailas, preciosa...

- ¡Sam! - Doy un brinco cuando mi huracán me sorprende abrazándome.

- Lo siento, no me resistí a sorprenderte - me comenta Sam con una divertida sonrisa y después me da un rápido beso en la mejilla.

- Está bien, siéntate, ya casi termino de hacer nuestro desayuno - Estoy segura de que mi sonrisa en ese momento debe ser tan grande como la del gato Cheshire.

- ¡Sí señora! - Me comenta haciendo la imitación de un soldado, yo no puedo evitar reír por verla tan risueña; una vez que termino de cocinar, sirvo y me uno a Sam para desayunar.

- Espero que te guste - Le comento con alegría.

- No necesito probar la comida para saber qué me gustará, siempre cocinas rico - Me comenta mientras deposita un beso en el dorso de mi mano, las mariposas en mi estómago no se hacen esperar.

Nuestro desayuno es tranquilo, Sam está muy animada comentando lo feliz que está por conocer la playa y lo bien que la paso con nuestra actividad de snorkel, verla tan feliz hace que mi corazón flote de alegría, despues de terminar el desayuno Sam me ayuda a recoger la mesa y lava los trastes, tenemos el acuerdo de que quien no cocina lava los trastes, generalmente es Sam quien los termina lavando, una vez que ella termina su tarea decidimos salir de paseo a la playa, mientras caminamos seguimos platicando y llegamos a hasta la playa pública...

- Gracias por lo de ayer Sam - Le comento cuando ella empieza a hablar sobre nuestra velada en la playa privada - Fue...

- Mágico...- Ella termina la frase por mí, me regala la más hermosa de sus sonrisas y yo me sonrojó - Vaya... te sonrojaste, ¿puedo saber por qué? - Dice mientras me detiene y me abraza.

- Recordé lo que hicimos anoche y... lo que dijimos - Cuando confieso esto último, mi nivel de sonrojes alcanza nuevos niveles.

- Oh... ya entiendo - Sam me sonríe con ternura y se alza un poco para darme un beso en la mejilla - Lo dije en serio, te amo Ari, si crees que tú lo dijiste por el calor del momento, yo lo ent...