19. Verdad

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¡Mierda! Ari se ha desmayado ¿ahora que hacemos? Todos estamos asustados, por suerte alcancé a sostenerla antes de que pudiera hacerse daño con la caída.

- Tenemos que sacarla de aquí – Dice Tamara

- Yo la saco de aquí – Se ofrece Erick

- Tú no le pondrás ni una maldita mano encima – Le digo con furia – Esto es tu culpa, ella y yo la estábamos pasando bien hasta que apareciste...

- ¡Sam! – Me gritan todas

- Este no es momento para que ustedes sigan discutiendo – Agrega Nicolás

- Ok, ok – Digo con resignación, después de meditarlo por un momento y calmarme un poco – Puedes ayudar...

Erick no agrega nada más, ambos nos ayudamos para carga Ari, aunque para mí es incómodo por nuestra diferencia de estatura

- Esto no va a funcionar – Dice Tamara – Ari es muy alta para que cualquiera de nosotras la pueda ayudar Sam.

- Tienes razón – Agrego con pesar – Erick.

- La tengo, despejen el camino mejor.

Erick en ese momento la carga con facilidad, odio no poder hacerlo yo en ese momento, odio mi estatura en ese momento, maldito sea, él ganó esta batalla, pero la guerra la gane yo y no puedo estar más orgullosa por poner a ese idiota en su lugar.

Empiezo a despertar, escucho unas voces al fondo, creo que son las chicas, abro los ojos ¡Joder! mi cabeza, la luz en mi cuarto es demasiado fuerte, me quiero morir, por primera vez en mi vida creo que estoy experimentando una resaca.

- ¿Ari?

- ¿Tami? – ¿Qué hace ella en mi cama? – ¿Dónde está Sam?

- Se fue – Una punzada atraviesa mi corazón al escuchar aquello - Hoy tenía que viajar a casa de sus padres, me dijo que le hables en cuanto puedas.

- Claro – Volteo a ver a Tami, ella tiene su mirada puesta en el techo

- Entonces... - Dice con calma – ¿Hablaremos de lo que paso anoche?

- Ahhh - Yo suspiro – Sí, supongo... pero primero iré al sanitario

- Claro, nos vemos en la sala, las chicas ya están despiertas - Yo no agrego nada más y me dirijo al baño.

Ese día una vez más las chicas demostraron porque somos amigas, sobre todo Tamara ella cuidó de todas nosotras por la resaca que teníamos, durante el proceso platicamos sobre la noche anterior, desde que Sam y yo bailamos hasta el momento que me desmaye, me sorprendió saber que Sam y Erick tuvieron un momento de tregua para auxiliarme, siento culpabilidad por ambos, por él por todo lo que presencio, si yo hubiera sabido que estaría ahí me hubiera comportado diferente para no lastimarlo y por ella por cómo se enteró de que me acosté con él y que esa es la verdadera razón de las marcas que traigo en mi brazo, esto termino en un lío más grande del que hubiera querido, una vez que nos encontramos mejor y el chisme se ha terminado, las chicas se van a sus casas, yo en ese momento me encuentro en mi habitación debatiéndome entre sí le hablo a Sam o dejo todo como está, no puedo tomar una decisión en ese momento porque suena el timbre mi casa, que raro, tal vez alguna de las chicas olvido algo, me levanto con pesar para atender a quien llego, me sorprendo al abrir la puerta.

- Hola – Erick está aquí

- Ho.. Hola... ¿Qué haces aquí?

- ¿Podemos hablar? – Él está nervioso

Chispa de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora