Capítulo 5

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musitooo Aquí está el capítulo TTZNRVZ LiviaCarrion gracias por comentar en el cap anterior 🫶🏻

La luz del sol incidió en mi cara como si fuera un hacha. Hice una mueca y me puse la mano sobre los ojos, que entrecerré ante el brillante color que me hizo explotar el cráneo.

¿Qué demonios tomé anoche para tener esta monstruosa resaca?

Emití un gemido al tiempo que rodaba hacia un lado en la cama. Me encontré con un muslo sobre los míos y un torso pegado a mi cuerpo.

Abrí los ojos como platos.

Ella era hermosa, fuerte y muy peligrosa.

«María José»

¿Acaso me volví a acostar con ella?

Bueno, dado que estaba completamente desnuda y que incluso el más leve movimiento hizo que me dolieran todos los músculos que ni siquiera sabía que poseía, me figuró que sí. Pero lo peor de todo era que incluso un leve roce contra su suave piel me hizo sentirme caliente y mojada. Otra vez.

María José era tan suave como la seda y fuerte como un martillo y que, por lo general, me negaba a estar a menos de diez metros de ella, una parte de mí sólo quería acurrucarse contra su cuerpo y sentir sus firmes brazos envolviéndome y aquella profunda voz diciendo mi nombre otra vez.

Muchos huían en cuanto notaban mi actitud y mi lengua afilada, ¿por qué no lo hizo también ella?

No importó cuantas veces la mandé a freír espárragos anoche, ella no se rindió.

Nuestras contiendas verbales me excitaron y ella me demostró a fondo que era tan buena atacando como defendiéndose. No importaba cómo ni qué le dijera, ella permaneció a mi lado para asegurarse de que estuviera a salvo.

Recordaba leves destellos del brutal deseo de María José y de sus muestras de ternura que, aún ahora, me estremecían. Ella me hizo sentir más deseable, en todos los aspectos, que cualquiera antes me hubiera hecho sentir.

Mentiría si dijera que no quería más.

«No es una buena idea.»

María José era dominante, capaz de atrapar a cualquier mujer que le apeteciera y luego desarmarla; justo lo que no necesitaba.

Me despereze y la cabeza comenzó a dolerme
en serio. Me sobresalté. ¿Qué demonios pasó anoche?

Rebusqué en mi memoria pero no pude rellenar todas las lagunas. Recordaba la fiesta y que Ben se había quedado frito... Y, ¡oh!, también el increíble sexo que tuve con María José antes de huir de ella… Luego acabé en un club donde había litros de tequila, pero la tipa me había seguido allí.

Sabía que le había revelado demasiado sobre mi familia y mis temores. Estaba horrorizada.

¿Qué me había poseído para sacar un tema tan odioso como Mike?

Hice una mueca mientras me alejaba poco a poco de aquella sexy mujer, sacando el muslo
de debajo del de ella. Ignorando el martilleo en la cabeza —y el latido que todavía sentía entre las piernas—, me puse en pie, con las rodillas temblorosas.

Me agarré con fuerza el estómago revuelto sin dejar de revisar mis recuerdos mientras me deslizaba de puntillas por la habitación para recoger mi ropa.

En el club, María José y yo nos unimos finalmente a un grupo de personas con las que abandonamos el hotel. Tenía una vaga imagen de las brillantes luces de Las Vegas pasando ante mis ojos mientras viajábamos en un taxi con nuestros nuevos amigos. Iba sentada sobre su regazo, con los labios de ella pegados a mi cuello y sus dedos escondidos bajo mi falda, trazándome perezosos círculos alrededor de mi clítoris. Todos parecían entusiasmados de camino al centro de la ciudad, pero a mi memoria sólo acudió el orgasmo que había alcanzado mientras María José me besaba y no podía recordar por qué nuestro destino era tan importante.

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