Narrador.
María José estaba sentada en el Jeep del Coronel en la acera de enfrente al apartamento de Daniela.
Había conducido esta mañana hasta Miami
para hablar con Hans y Liam y ver el cuerpo
de Villarreal con sus propios ojos. Tras haber realizado la siniestra tarea, todavía le quedaban algunas horas que matar hasta el momento de tomar el vuelo que la llevaría a la base y después a Venezuela. Barnes se había fumado crack si pensaba que todos los hombres que enviaba a la misión regresarían vivos. Así que había dedicado algún tiempo para asegurarse de que la Marina estaba informada de su cambio de estado civil. Si moría antes de que el divorcio fuera un hecho, no había ninguna razón para que Daniela se quedara sin la pensión que le correspondería como su viuda.También visito a la hermana de Calle. La teniente supuso que su cuñada no atendería a demasiados clientes un sábado, sin embargo hizo una excepción con ella y aceptó concertar una reunión. De hecho, Juli estuvo deseando verla para echarle bronca. Tras una corta, pero esclarecedora conversación, Juli seguía sin aceptar a Poché, pero sabía cómo estaban las cosas y que siempre la pelinegra amaría a su hermana. Como resultado de la entrevista, surgió la semilla de una amistad por el bien de la castaña.
Se acomodó mejor en el asiento del auto, en esa ardiente tarde de principios de junio, mientras miraba a través del parabrisas tintado. Lo único que faltaba por zanjar era confirmar que Nick dejaba a Calle sana y salva en casa. Contendría el deseo de acercarse a ella y persuadirla de que la última noche no había sido un hecho fortuito, sino que ella podía ser a la vez una mujer fuerte y su dulce sumisa y, aún así, seguir respetándose a sí misma al día siguiente. Pero, si no se había dado cuenta aún, no había muchas probabilidades de que cambiara de opinión.
Por su bien, tenía que dejarla en paz.
Comenzo a vibrar el móvil en el asiento de al lado. El nombre de Hans apareció en la pantalla.
¿No habían atado ya todos los cabos sueltos del asunto de Villarreal?
—¿Qué ocurre? —Preguntó Poché inmediato.
—Muchas cosas, tienes un sexto sentido. ¿Estás segura de que no quieres trabajar con Liam y conmigo?
Puede que si Calle y ella tuvieran un futuro juntas... Atajó el pensamiento. Era una tontería.
—Cuéntame.
Hans suspiró.
—Investigué el móvil de Villarreal y Liam hizo lo mismo con su portátil. Encontramos toda la mierda normal, ya sabes: llamadas a camellos y distribuidores de droga. Pero hubo una cosa que nos llamó mucho la atención... No hay nada que relacione a este tipo con el asesino. No habló con nadie de la zona de Nueva Orleáns durante el mes pasado. A menos que contratara al asesino a través de terceros, Villarreal no estuvo en contacto con Manuel Silva.
A Poché se le heló la sangre. Desde el principio había pensado que Villarreal era demasiado insignificante para dar un golpe así. Pero sin más sospechosos, se había dejado llevar por las pruebas circunstanciales.
Golpeó el volante con el puño.
—¡Joder! Tengo que subirme a un avión dentro de dos horas y no tengo ni puta idea de quién intenta matar a mi mujer ni por qué.
—¿No sabes de nadie que quiera verla muerta?
—No. Su madre la considera una santa, su hermana la adora y el hermano trabaja para la MÍA, de incógnito en algún lugar desconocido.
—¿Y el tipo que te la presentó? ¿No podría estar celoso?
—¿Ben? Maldición, no. Si ése quisiera matar a alguien, sería a mí. Pero no se metería conmigo porque podría barrer el suelo con su cuerpo.
Lo he hecho antes y no tendría problemas para hacerlo de nuevo.
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Pero Tú!
Fanfiction(Adaptación Caché +21) 𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊𝒂 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒂... María José Garzón (Poché) tenía todo lo que deseaba hasta que una bala le hizo replantearse su trayectoria como teniente en la Marina. Inquieta e insegura sobre su futuro, acepta una i...