REDENCIÓN OSCURA (1# Trilogía Lazos Oscuros)

Capitulo 5

Tentación y miedo.

Narrador:

El cielo nocturno se elevaba sobre ellos, todas las estrellas estaban ocultas mientras que la luna rebosaba su luz sobre ellos, los cuales conectaban las miradas entre si. Encontrando familiaridad en aquellos ojos azules, los cuales se morían del miedo por lo que tenía al frente, a diferencia de los ojos dorados que la admiraban en silencio, sintiéndose hipnotizado por la belleza de aquella monja, el cual para el era sobre natural, belleza inosentemente seductora, que lo tenía al borde con solo mirarla.

El dió un paso hacia ella intentado cerrar la brecha entre ellos, pero ella no siente nada parecido a lo que el siente, se podía ver en su rostro todo el temor que sentía. Pero entre tanto miedo había algo más, Kary estaba asustada, pero la belleza de aquel demonio la había hecho entrar en un pequeño trance, La monja dió un paso atrás recuperando la distancia entre ellos.

Azael levanto una ceja, podía leerla como un libro abierto. Tenía miedo, pero ¿podría juzgarla? Cualquiera en su lugar pensaría que está apunto de ser devorada por un demonio, el dió otro paso y ella volvió a retroceder.

—Una monja... Sola, en el medio de la nada, y aparte tipo RT, que conveniente. —ella no respondió estaba demaciado asustada como para decir algo cuarente.

—¿Como te llamas? Me da curiosidad. —su voz le da escalofríos a la chica, ella da otro paso hacia atrás y. el sonríe en el momento que su cuerpo choca contra la fuente sin darle más escape de el.

Azael se eleva sobre ella, «probablemente no media más de 5'3» pensó para sus adentros.

—Te hice una pregunta, monjita. —Kary no quiere reporte, está asustada pero no baja la mirada.

—Si vaz a matarme hazlo rápido. —se atrevió a decir en voz baja mientras intenta mantener la compostura hasta el final.

Azael sonríe ante la azaña de esta mujer y se sigue acercando. La toma de la barbilla obligandola a qué no aparte la mirada de el.

—No he dicho si voy a matarte o no. —ella intenta zafarse pero es inútil. Lo mira directamente a los ojos como el tanto espero, por un momento se quedó sin palabras al volver a mirar aquellos ojos.

Solo que está vez ella no lo miraban con tanto miedo como en años pasados, sino con más determinación y hasta rabia.

—¿Nos hemos vistos antes?

—No. —responde de inmediato.

—Sí... —dijo con una sonrisa de lado que casi la deja sin aire.

—Tu eres ella, aquella niña de ojos cielo la cual iba a matar hace años.

Kary sintió un nudo en la garganta, no creía que fuera posible, encontrarse con aquel demonio el cual había logrado escapar de misericordia años atrás.

—Te equivocas.

—Sabes que no. —acercó su rostro más a al suyo mientras no dejaba de sonreír.

—Soy una monja, si haces esto Dios te castigará. —intenta sonar convincente de sus palabras pero el miedo la delata.

—Ya deberías saber que no soy un creyente, monjita. —ella trago en seco mientras su cuerpo se apretaba más contra la fuente ya que intentaba retroceder.

El soltó suavemente su barbilla y llevo su mano a su cuello haciéndola mover la cabeza hacia atrás ligeramente.

—Pues deberías... —dijo intentado no párese asustada, pero realmente lo que sentía era confusión por aquel ser que no parecía querer matarla.