Capitulo 27

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Fuego contra fuego.

Kira:

Después de salir de la espesa niebla sabía lo que iba hacer, pero no me apresure, lo mejor siempre va hacer mantener la calma mientras caminas en la tormenta.

—Señorita Bennett creo que deberíamos volver, este lugar no se ve seguro. —me detengo frente a unas de las casas del pueblo.

—Solo un momento, prometo que ya casi nos vamos. —no escuché su respuesta, estaba más concentrada en la puesta delante de mi.

Toque un par de veces pero nada, quizás no había nadie y debería ir a otra casa, entonces escuché como se abría un seguro y la puerta se abría un poco dejándome ver la mitad de la cara de una mujer.

—Hola. —saludo intentado sonar agradable, pero todo esto párese película de terror.

—¿Qué quiere? —la voz de la mujer era fría y cortante, como si estuviera a la defensiva.

—Estoy buscando el convento de este pueblo. —la mujer me mira de arriba abajo.

—No se nada señorita. —intenta cerrar la puerta pero no la dejo.

—Por favor, mi hijo está enfermo y en serio necesito ver al padre de esa iglesia, puedo pagarle.

La mujer flaqueo un poco y veo mi oportunidad.

—Por favor, usted también debe tener hijos. —la mujer suspira y abre la puerta.

—Pase. —sonrío para mis adentro antes de mirar a Raum.

—Esperame aquí. —el asiente no muy conforme.

Una vez adentro de la casa la mujer me pide tomar asiento.

—Lamento decepcionarla pero el convento a sido destruido hace dos semanas. —trago saliva tratando de fingir la sorpresa que no tengo.

—Lo siento mucho, no sabía.

—No se disculpe, no es la primera que viene buscando el antiguo lugar.

—Puedo preguntar... ¿Cómo se destruyó y que paso con las personas que ya hacían allí? —la mujer se mueve algo incomoda, por un momento pense que no iba a decirme nada.

—Fueron los Farrington. —aprieto las manos disimuladamente, intentado no hace notar mi frustración.

La mujer se inclina hacia delante y hago lo mismo, luego habla a modo de susurro como si tuviera miedo a que alguien más nos fuera a escuchar.

—Se rumora que el padre Victor y la madre superior tenían a una RT oculta dentro del convento, el gobierno se dió cuenta y los quemo vivos a todos en el convento. —siento como se me contrae la garganta, mi corazón late a una velocidad irreconocible.

—Quemados vivos...

—Sí, la crueldad de esa gente es irreconocible. Nosotros no pudimos hacer nada, queríamos ayudar pero teníamos miedo de que todo el pueblo pagará las consecuencias. —no digo nada por un momento, me obligo a bajar la mirada para no dejar ver lo miserable que me siento, no puedo llorar, no todavía.

—¿Señorita está bien? —levanto la cabeza para verla con una sonrisa que no logra arrugar mi rostro.

—Sí, ya me voy. —me pongo de pie sacudiendo el polvo imaginario de mi ropa, saco una pequeña bolsa de monedas para la mujer.

REDENCIÓN OSCURA (1# Trilogía Lazos Oscuros) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora