Mirar no tocar.
Azael:
Mi puño choca contra la cara del demonio que tengo frente a mí, se tambalea hacia atrás, pero rápidamente toma la postura a la defensiva, vuelve a atacarme, pero como ya ha pasado las demás veces, no me toca.
—¿Así te das el lujo de decir que eres de la segunda casa demoníaca? ¡Qué patético! —me lanza un golpe más rápido y cargado de ira y rabia, admito que casi me roza la cara, pero, como dije, casi.
Doy un giro cambiando de pie mientras le doy una patada en el abdomen que lo manda contra la pared. Los demás van a ver si aún se mueve, los ignoro a todos y me voy a la salida mientras paso una toalla pequeña por mi rostro para secar el sudor.
Los entrenamientos con los de la segunda casa son en vano, ellos son buenos, pero no a la altura de un demonio de mi nivel, pero como Gremory no para de joder con que los ayude a mejorar, cosa que no me lo pide como un padre a su hijo, si no como una orden, y una muy severa.
Me encamino a mi habitación para tomar una ducha, pero en la puerta de mi habitación, encuentro a mi subordinado parado en mi puerta.
—Señor Azael. —le hago una señal con la cabeza para que entre a la habitación.
—Habla. —le digo a Raum Thornton una vez que estamos adentro.
Raum Thornton era mi hombre de confianza, cuando tenía que mantenerme en la mansión por motivos de la corte, pero al mismo tiempo tenía asuntos fuera. Lo mandaba a él. Nació en la primera casa, pero no es un debilucho, ya que él se ha ganado el puesto donde está.
—La señorita Bennett fue sacada del convento al día siguiente de usted visitarla. —pongo mi atención en el demonio frente a mí.
—¿Dónde está?
—Me tomó tiempo saberlo, pero descubrí que se la llevaron los Farringdon.
Mi mandíbula se tensa, por ellos fue que la conocí, pero eso no cambia el hecho de que el plan era que yo la maté para ellos capturarme, y aunque las cosas tomaron un rumbo diferente, podrían intentar hacer lo mismo, y otros demonios no son tan generosos como yo.
—¿Sabes dónde la tienen?
—No, los Farringdon tienen las bases bien ocultas, pero…
—¿Pero? —lo miro mal, me desespera el que no diga las cosas de una vez.
—Atraparon al hijo de perra que trabajaba con ellos y me tocó interrogarlo, estaba nervioso, pero dijo que tenían una chica cautiva para su líder, según la descripción que me dio y la suya, no cabe duda que es la señorita Bennett señor, según dice, uno de los planes es llevarla hoy en la tarde por el bosque de Chadwick hacia un destino desconocido, supongo que es para ver a su líder.
El dolor de cabeza se hace presentes, no recuerdo haber dado permiso para que toquen lo mío, los voy a matar a todos.
—Dame hora.
—No hay, no me dijo nada de hora.
—¡Pues ve y sacáselo a ese maldito! —me va a explotar la cabeza.
—No puedo, señor, ya fue llevado para ser ejecutado por traición. —me pasó la mano por el pelo, esto no volverá a pasar, no después de que la tenga.
—Vámonos, avísale algunos seis demonios como orden mía, y vámonos a ese maldito bosque.
—Pero su padre…
—Mi padre, que se vaya a la mierda. —salgo furioso, pero luego me acuerdo de que es mi habitación y vuelvo a entrar.
—Largó. —lo saco casi a patada y me siento en la cama, no me gusta que alguien más tenga lo que es mío.
Después de dar par de vueltas por la habitación, terminé de arreglarme y salgo sin avisarle a nadie. No tengo tiempo para dar explicaciones y Gremory últimamente se a puesto a la defensiva, supongo que por la agradable conversación de padre e hijo que tuvimos.
—Azael no está listo para el matrimonio, pero yo quiero casarme con el, así que convéncelo. —escucho mi nombre en el pasillo, me detengo unos pasos antes de las voces cerca.
«Lilith y Naamah»
—¿Y qué te hace pensar que te ayudaré con mi hermano?
—Oh, por favor, me hablas como si yo no fuera la indicada. Nuestro señor quiere que todos sus hijos tengan descendencia; la única que puede dar demonios puros y fuertes soy yo.
Asomó ligeramente la cabeza, Lilith levanta la cabeza con altanería.—No creo que a la mujer de mi hermano le guste eso que dices. —una mueca disgustada se le sale.
—¿De qué hablas?
—¿No lo sabes? Azael tiene una mujer, y créeme, si la eligió a ella, es porque es mejor que tú. —su mandíbula se aprieta y da un paso atrás.
—Estás mintiendo.
—Yo no tengo que inventar nada de mi hermano, ya sabrás tú lo que quieres o no creer. —Naamah abandona a Lilith y ella aprieta las manos.
No sé cómo diablos Naamah sabe sobre Kira, pero me agrada el que ponga a Lilith en su lugar. No me voy a casar con ella por un par de polvos que tuvimos, mi mujer me está esperando y siento que pierdo el tiempo aquí.
Salgo y los demonios que ordené que se preparen estaban en el lugar de espera. Tomamos rumbo al bosque de Chadwick, nos camuflamos entre el oscuro y siniestro bosque, pero como no teníamos idea de la hora a la que pasaría, no sabemos si pasó o no.
Una o dos horas, realmente no sé cuántas han pasado, pero sé que ya un buen rato, ya empiezo a pensar que no pasará, la frustración me empieza a consumir y el dolor está que me explota la cabeza.
Todas mis esperanzas decaídas resucitan cuando el sonido de las ruedas de un carruaje tocan mis oídos, todos nos mantenemos ocultos para la emboscada, seguramente mi chica está asustada, o eso pensaba yo, mis ojos se dirigieron a la ventana del carruaje abierta, donde un asqueroso humano le estaba sonriendo y comiendo con los ojos a mi mujer, mi mente no me dice nada bueno, tampoco quiero que lo diga. Miro al hombre a mi lado que tiene un arco y está esperando mi señal.
Pienso en empezar la emboscada, pero cuando la ventana se cubre, dejándome sin poder ver nada de lo que están haciendo, mi mente se nubla.
—Dispara… —le digo al hombre a mi lado.
—Pero señor…
—Tienes buen ojo, ¿no? Dispara y que no toque a la señorita Bennett, si no quieres que te los arranques. —el demonio asiente sin decir nada.
Y antes de nada ya está apuntado disparando la flecha directamente en la ventana, un grito se escucha de adentro y supongo que es el de Kira, los demás toman la señal y atacan el carruaje provocando que se caiga de lado, los hombres se bajan y empiezan a pelear con los demonios que los van matando uno por uno, esto no era algo que se esperaban, por eso no estaban preparados, y mandaron a unos simples novatos.
Decapitó a varios de ellos, pero sin perder de vista mi objetivo, voy al carruaje y no encuentro lo que quiero. La furia me está consumiendo y no mido mi fuerza, antes de poder siquiera notarlo, todo está en llamas.
Debo controlarme, lo menos que necesito es que se rompa esa cosa. Una vez acabamos con todos los hombres entre muertos, nos escondemos pacientemente otra vez. Sé que volverá, se perderá y volverá, puedo esperar.
Me quedé mucho rato, no sé cuánto, pero sí mucho. Cuando empezaba a frustrarme, ahí estaba ella, aquella azabache de ojos cielos caminando hacia las llamas. Me acercó silenciosamente y le tomó las caderas suavemente.
Me molesta lo débil que se ve, y me enoja aún más recordar cómo la miraba el idiota al que le volaron la cabeza.
—Mirate, monjita, esos malditos te tienen tan pálida y débil, pero no te preocupes, ya les di su merecido. —le susurró al odio ante de acercarla más.
—Mía, no de ellos… —dejo un beso en su cuello y no se mueve, intento mirarla, pero se desmaya en mis brazos antes de que yo pueda decir algo más.
La tomo en mis brazos y dejo un beso en su frente. Es mejor así, en mis brazos y no de otros, porque como que la vuelvo a ver con alguien, y correrá sangre.
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REDENCIÓN OSCURA (1# Trilogía Lazos Oscuros)
Mystery / ThrillerNo todo es lo que parece en el epílogo: En un mundo gobernado por demonios, donde los humanos sobrevivían no por poder o riqueza, sino por el valor de su sangre, la oscuridad reinaba en cada rincón. Las almas se perdían con facilidad en un ciclo int...