No todo es lo que parece en el epílogo:
En un mundo gobernado por demonios, donde los humanos sobrevivían no por poder o riqueza, sino por el valor de su sangre, la oscuridad reinaba en cada rincón. Las almas se perdían con facilidad en un ciclo int...
Siento como si la cabeza me fuera a explotar, mi humor es una mierda hoy, aparte, tengo que aguantar a todos estos malditos viejos hablando sobre algo que claramente no me interesa. La mano derecha del hombre que se hace llamar mi padre habla de algo a lo que no le pongo atención, es el segundo a la cabeza y no me cae bien, al igual que Gremory Harcourt es un cabrón.
El consejo está compuesto por los del linaje a la cabeza, del lado derecho de la mesa están mis cuatro hermanos y yo al igual que mi madre, mientras que en la izquierda están los cinco demonios más viejos de la historia de este lugar, son los primeros demonios que llegaron a la tierra y se encargaron de esclavizarla, se creen intimidantes y se creen la gran cosa, y yo solo me preguntó por qué siguen respirando.
Los demonios vivimos por décadas, casi no envejecemos, pero a cierta edad el cabello se nos torna blanco y perdemos habilidades y nos salen algunas arrugas. Prácticamente, nos vemos como una persona de cincuenta a nuestros mil años de edad. Solo nosotros podemos matarnos a nosotros mismo, las armas humanas no nos hacen daño, pero curiosamente, el día en que me encontré con Kary, el balazo que me dio el hombre en el bar me afecto y hasta ahora todavía sigue sanando, aunque el proceso va más rápido gracias a la sangre que tome de Kary, no han pasado ni las malditas 24 h y ya la quiero de nuevo conmigo y el no tenerla me tiene frustrado.
Gremory no deja de mirarme como si fuera a matarme en cualquier momento, o sea, siempre me quiere arrancar la cabeza, pero hoy se le notan más las ganas, eso me hace preguntarme qué diablos hice, claro, aparté de meterme en un convento. Le devuelvo la mirada con la misma intensidad. Si cree que me va a meter terror a mí, está muy equivocado ese viejete.
El viejo termina de hablar y vuelve a tomar asiento, las puertas se abren y uno de los hombres del rey entra a la sala.
—Señor. —le muestra respeto a Gremory quien no se inmuta.
—¿Qué pasa? —preguntó sin rodeos, y el soldado se incorporó.
—Hemos encontrado al traidor de la segunda casa. Señor. Está en el área de ejecución, se requiere su presencia y la de la corte completa para darle veredicto.
—Está más que claro que se va a morir, no sé por qué aún no lo matan. —digo irritado, me fastidia las pérdidas de tiempo, es un traidor, morirá de todos modos.
—Azael, a menos que vayas a decir algo bueno para aportar, cierra la boca. —agrega Andras como si le hubieran preguntado.
—Vamos para allá en un momento. —termina de decir el cabecilla de la mesa, todos piden permiso para retirarse.
Naamah quien estaba a mi lado, fue la primera en salir, seguido de la plaga de Morax y los mugrosos mayores que Gremory tiene como hijos. Los viejos quieren quedarse y hablar con el rey, pero él se niega y los hace que se vayan. Intento largarme también, pero como le encanta joder, no me lo permite.
—¿Qué es esto? —me doy la vuelta para ver las fotografías que ha tirado en la mesa, hay fotos mías en el convento con Kary, miro al viejo delante de mí y no me inmutó.
—Me pregunto a cuál de tus perritos falderos pusiste a seguirme el culo.
—¿A qué estás jugando, Azael? —habla molesto.
—Pensé que dejarías de involucrarte con humanos, pero resulta que te da con meterte a una maldita iglesia a coger con una puta.
—Se llama Kira. —acorta la distancia entre nosotros.
—¿Estás defendiendo a una humana, que aparte es una RT que dejaste viva por un capricho?
—Esta vez no es un capricho, Kira será mi mujer y espero que se le tengan respeto. —los ojos le arden en rabia y presiento que se me lanzará a ahorcarme en cualquier momento.
—Vuelve a decir eso y te juro que te la mando a picar y te la dejo colgada en tu maldita habitación. —su amenaza me revuelve el estómago, odio que se refiera a ella de esa manera, no la puede lastimar porque yo no lo permito, ella no derramará lágrimas si no es por mí.
—Te reto. —lo encaro.
—Sabes que lo haré si se me da la gana, así que será mejor que te olvides de esa RT que pronto no será más que comida nuestra. —frunció el ceño e hice lo mismo, llevé mis manos hacia atrás y lo miré directamente para que sepa que hablo en serio.
—Si una fibra de su cabello sale lastimado, no dudaré en derramar a los de mi propia sangre, ella es intocable ante todos ustedes.
—¿Me amenazas por una humana? Sabes que me lo paso por el culo y la mataré de todas formas. —me río sin humor ante sus palabras.
—Si alguien la toca, estos reinos arderán y entre las cenizas ella reinará, porque mi mujer es intocable entre todos ustedes.
El rey no se inmutó antes mis palabras, pero sí se notó la tensión en su mandíbula.
—Tocala, y te demostraré quién es más hijo de perra aquí. —me doy la vuelta dejándolo allí parado, no tengo tiempo para lidiar con su mierda ahora.
Una vez en el pateo, la ejecución aún no ha sido concluida y no sé qué diablos esperan. Gremory llega y el demonio de rodillas empieza a suplicar, pero es inútil. Ya debería saber que entre este imperio compuesto por víboras nadie tiene corazón.
El líder le hace una señal a los soldados en afirmación a la ejecución, uno de los soldados levanta al demonio y el otro sin ningún tipo de piedad, lo traspasa con el puño en el corazón varias veces haciendo que las verdes hiervas se tiña de rojo, el hombre grita de dolor ya que aunque le partan el corazón aún está vivo, el que lo sostiene lo deja caer en su propia sangre y luego le toma la cabeza por el cabello y sin dudarlo un minuto se la arranca salpicando al otro soldado, el traidor por fin está muerto y yo solo puedo mirar la escena en silencio.
Lo que dijo Gremory de Kary me viene a la cabeza y me da rabia, ahora que por fin la encontré, será mía y nadie hará nada para evitarlo, nadie hará nada porque quién se meta en mi camino morirá peor que el cabron frente a mi...
Esto no es nada comparado con lo que un verdadero demonio puede hacer.
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