Sedúceme Despacio

Capítulo 6

••• La motivación surge a raíz de la pasión. •••

Avery

—¿Que pasa Kat? —pregunta Tyler al contestar su teléfono.

—Ayudame Tyler por... favor...

El llanto de la chica se escucha fuerte y claro, no sé quién es, pero suena aterrada y no soy la única que lo siente así, a pesar que Tyler tiene su rostro serio y con cejas fruncidas por la confusión, sus ojos reflejan miedo, sea quien sea, esa chica; es muy importante para él.

—Kat respira y dime ¿Qué sucede? ¿Dónde estás?

—Tenias razón siempre lo tuviste, perdóname por favor.

Tyler se ahorrilla para estacionarse.

—Nada de eso importa, ahora dime ¿Dónde demonios estas Katherine?

—Estoy... estoy fuera de la ciudad un par de kilómetros del bar Owel, hermano no te tardes, tengo mucho miedo.

¡Oh por Dios! es su hermana quien está en peligro.

—Voy para allá, no te muevas. Voy por ti.

Tyler finaliza la llamada, dirige sus hermosos ojos negros llenos de tormento e indecisos y lo comprendo, tardaría más si me lleva primero al apartamento aún falta un par de minutos, minutos que son valiosos.

—Tranquilo me quedare aquí y me iré caminando al apartamento, solo son un par de cuadras, —hablo rápidamente abriendo la puerta, su mano sostiene mi brazo.

—No, por supuesto que no, es muy peligroso te llevare, —decidió, se acerca a mí para cerrar la puerta con fuerza.

—Estás perdiendo tiempo, puedo valer por mí misma, tu hermana te necesita.

—Tampoco me quedare tranquilo sabiendo que te puede pasar algo, —contrataca.

Que hombre tan testarudo, mientras estamos discutiendo podría estar más cerca de su hermana, pues uno tenía que acceder.

—Está bien, pero voy contigo, —sentencio.

Tyler abre sus labios para contradecirme, pero al ver mi determinación se retracta y asiente, rápidamente gira en dirección opuesta al apartamento.

No conozco mucho, pero sé que se tardara más de 30 minutos para estar fuera de la ciudad y el transito definitivamente no está ayudando, Tyler sostiene el volante con mucha fuerza, presionando la bocina para que lo dejen pasar. Quería decirle algo, que todo estaría bien, que su hermana estaba bien, pero no, nada está bien. Por experiencia propia esas palabras no significaría nada en estos momentos, en su desesperación para llegar rápido y ver a su hermana con sus propios ojos.

Por suerte había disminuido el tráfico, lo que significa que estábamos fuera de la ciudad. Pasamos un bar lleno de autos afuera y personas recostadas besándose y tocándose sin ningún pudor, al pasar el bar Tyler frena enviando mi cuerpo hacia el frente el cinturón deteniéndome.

Las luces del coche ilumina a una chica sentada en el pajal con un vestido ligero, color rosado, llena de sangre y sucia, siento mis manos temblar por la repentina familiaridad de la situación, desabrocho el cinturón de seguridad abriendo la puerta y saliendo corriendo.

Tyler llega primero que yo, se agacha frente a su hermana y agarra su pálido rostro levantándolo. Tiene lápiz negro corrido por sus mejillas de tanto llorar, sus ojos son negros como los de su hermano, tiene el cabello rubio, largo y desordenado con paja y hojas en él.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? —pregunta Tyler inspeccionándola con rapidez, pero ella está en un estado de trauma, sus ojos están vacíos ni siquiera ve a su hermano.