Sedúceme Despacio

Capítulo 22

••• No nacemos para ser lo que los demás quieren que seamos, nacemos para ser lo que nosotros queramos •••

Avery

—¿Qué está pasando? ¿Por qué Tyler está molesto? —interroga Leah.

Me sonrojo con solo pensar que lo último que hice fue investigar lo que estaba pasando, Leah nota mi cambio.

—Me dijo que son problemas, no me quiso dar detalles. —Me encojo de hombros restándole importancia.

—Entonces ¿cómo van Tyler y tú?

Cambia el tema y se sienta en el taburete del bar, hago lo mismo ya que terminamos de ordenar todo y estamos esperando que abran la pizzería.

—En realidad no te podría dar una etiqueta, pero estamos juntos en estos momentos y ahora que Maya no figura por ningún lado, puede que sea algo serio. —Sonrío como una boba.

Aunque Tyler y yo no hemos hablado de nosotros, me siento más segura que podríamos llegar a ser más que solos amigos con roces.

—Sí, Cam me comento sobre lo de Maya, el plan le salió muy mal a la perra esa. Me alegro que por fin estén en la misma página, al menos eso espero de Tyler.

Mi celular suena recibiendo un mensaje de mi tía, cada cinco horas me escribe asegurándose que nada me ha pasado, está muy paranoica.

—Cambie de número de teléfono, —informo.

—Y eso ¿Por qué? —por su confusión supongo que Cam aún no le ha contado lo sucedido en la cena.

—Un acosador del pasado, a estado molestando y me vi en la obligación de cambiar de número —digo, sin querer contar demasiado.

—Nena, pero eso es terrible, ahora menos te dejaré sola puede ser muy peligroso, —expresa con preocupación y es la reacción más dulce de su parte.

—No te preocupes por eso, Tyler se ofreció en acompañarme, hasta que se aburra. Solo es un adolescente jugando, —comento, me siento mal en mentirle, pero entre menos sepa mucho mejor.

—Ese es mi chico todo un caballero, —dice orgullosa.

—Basta de hablar de mí, ¿Cómo van Cam y tú? —Se le ilumina los ojos y sonríe.

—Fuimos a ver un apartamento, queremos vivir juntos. —Desaparece su sonrisa y añade—: Las cosas en mi casa, no están nada fácil.

Por lo que me ha contado Leah es muy complicada la situación, tiene tres hermanos, todos ya en la adolescencia, una madre cariñosa y ama de casa, todo suena perfecto ¿no? El problema es su padre, es alcohólico y agresivo, cada noche llega queriendo golpear a los chicos y a Leah, por suerte ya todos están grandes y se defienden como pueden, esto ha llevado que los chicos busquen trabajo, ahora como su padre no trabaja no hay ingresos al hogar, lo único positivo es que aún no le ha pegado a su madre.

Y si lo llega hacer lo denunciaran, en estos momentos están luchando para convencer a su padre que se integre a alcohólicos anónimos, lo cual se rehúsa.

—Me parece muy bien, es hora que hagas tu vida. —animo un poquito la situación.

—Es complicado, me siento mal agradecida dejarlos así, irme sabiendo todos los problemas, no quiero que piensen que los abandonaré.

—No pensarán eso, encontraran una solución entre todos.

Las chicas del segundo turno entran al restaurante, lo cual es muy extraño, Manuel aparece, igual el chef, miro al Leah confundida lo cual ella se encuentra en el mismo estado.