Capítulo 10

91 10 0
                                    

••• Hay almas gemelas que quizás nunca dormirán juntas, sin embargo siempre se soñarán •••

Tyler

Me tiro en la cama suspirando, no podría ir las cosas en mal a peor, toda la situación con mi madre es agotador. Mi celular suena, no me molesto en mirar quien es y no pienso responder, mi madre tiene que entender que soy mayor para querer controlar todo lo que hago y conseguir mi futura prometida es ya pasarse de nivel de madres controladoras. Me alegro a verme mudado, la tranquilidad y el silencio del apartamento es jodidamente maravilloso, me levanto y decido abrir la ventana.

Desde que me mude me ha gustado sentarme y sentir la brisa de la noche y fumar, sin embargo, ahora con mi nueva vecina anti-cigarro no podré hacerlo, sonrió al recordarla. La habitación de Avery esta iluminada por la luz, me siento a esperar que se asome, joder, no puedo esperar tanto. Busco algo con que tocarle la ventana, la escoba es lo único que tengo suficientemente largo, veo su silueta como se mueve por su habitación, se acerca a la ventana.

Me detengo y vuelvo a poner la escoba adentro, lo que no esperaba era la vista que tendría. Maldición.

Sus pezones presionan la ligera tela casi transparente de su bata rosada, dejando poco a la imaginación causando deseos de tener sus pezones en mi boca, se me hace agua la boca con solo imaginarlo, bajo mi mirada hasta ver sus bragas color rojo como la sangre y automáticamente mi polla hace presencia por la diosa que tengo al frente.
Miro su rostro, mejillas rosadas, labios un poco pálidos, pero no hace que disminuya mi deseo de besarla, su mirada esta fija en mis ojos con un toque de desafío.

Interesante, sonrió de lado.

-No sabía que eras exhibicionista -comento.

Abre sus labios en forma de circulo sorprendida, joder, me imagino esos labios alrededor de mi polla, hasta haciendo algo tan inocente mi mente vuela a cosas indecentes. Consiguió su objetivo al salir así, incluso no me molestaría rogar por un poco de ella, pero mi orgullo masculino no me lo permite.

-No creo que te moleste. -Levanta una ceja.

-Tienes razón, incluso es la mejor vista. -Repaso su cuerpo con mirada lasciva con intensión de intimidarla, se remueve nerviosa.

-¿Para qué soy buena? Ya iba a dormir -dice con impaciencia, me siento en la ventana colocándome cómodo en su atenta mirada.

-Eres buena para muchas cosas, solo quería verte. -parpadea varias veces.

Su hermoso color rosado se expande más y odio los metros que nos separan, las ganas de tocarla son grandes.

-Creo que viste más de lo que esperabas.

-Tengo mucha suerte. -Decido no incomodarla más- ¿De dónde eres? -pregunto de la nada.

Ella se sorprende por el cambio tan repentino de tema, necesito saciar mi curiosidad por ella, tal vez me diga algo que me decepcione y solo pasar la página. La veo sentarse en la ventana con delicadeza, levantando un poco su bata por su pierna. Dios esta chica quiere acabar conmigo en tan solo una noche.

-Soy de Magnolia, si te soy sincera lo extraño un poco.

Sus ojos se iluminan a mencionar su lugar de origen.

-Muy lejos, entiendo que estés aquí.

-Sí, las opciones de carreras son pocas, ¿cómo sabía que no era de aquí?

-Intuición y además nunca te había visto por aquí, incluso ni a tu tía.

-Recién se mudó al apartamento, cuando llegue apenas tenía un día, ¿puedes creer que todo sea blanco? No me lo tomes a mal la residencia es hermosa, pero ¿no hay otros colores? -dice indignada, sonrió, pensé lo mismo cuando entré al mío.

Sedúceme Despacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora