Capítulo 36

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Avery

Me remuevo incomoda, me llevo una mano a mi cabeza y gruño al sentir el palpitante dolor, intento abrir mis ojos, pero por alguna razón me cuesta demasiado.

—La bella durmiente esta despertado, —escucho decir a Leonardo.

Mi cuerpo reacciona a mi instinto de sobrevivencia e intento levantarme, pero no lo logro causando su risa resonando por todo el lugar como ecos, me recuerda al sueño que tuvo hace meses, donde él me llamaba asesina, dejo de intentar levantarme y trato de controlar mi pánico, respiro varias veces y vuelvo a intentar abrir mis ojos, esta vez los puedo separar, mi visión cada vez volviéndose mas nítida.

Lo primero que visualizo son las paredes beige, busco a Leonardo, se encuentra sentado en un mueble, me mira fijamente con una sonrisa. Humedezco mis labios resecos, necesito agua, pero en estos momento es lo menos que importa tengo que conseguir una salida, recorro la habitación un poco lujosa, parece que estuviéramos en un hotel, eso me da esperanza, en nuestro alrededor debe de haber muchas personas, no estoy sola.

La puerta se abre y aparece Maddie, al verla recuerdo lo que me dijo antes que perdiera la conciencia.

Nicole.

No entiendo, Maddie es Nicole; Katherine, Maddie y Nicole, de todas forma ¿donde ella conoce a mi ex? son muchas preguntas sin respuesta y ella puede ver mi confusión, lo más extraño es que su expresión es de total seriedad, no puedo descifrar lo que piensa.

Me siento recostándome del espaldar de la cama, miro la cadena en mi tobillo.

—No…no entiendo que quieren de mí, —siseo entre dientes.

Leonardo sonríe ampliamente, pero la rubia no se inmuta en lo más mínimo.

—Paciencia amorcito, pronto lo entenderás, como podrás ver al menos tienes un lindo lugar, imagino que debes de tener hambre, tranquila también te vamos a tratar como una princesa… al menos por los momentos, —enfatiza.

Mi piel se eriza a escuchar sus palabras y no solo eso, su mirada recorre mi cuerpo con un sadiquismo inquietante.

—Déjame sola con ella, —habla por primera vez la rubia.

Mi ex la mira y ella le sostiene la mirada, es como si estuvieran comunicándose con la mirada y está claro que Leonardo le da una advertencia silenciosa.

—Buscaré la cena, portante bien preciosa. —amenaza, se levanta y le da una última mirada a Maddie o Nicole, como en realidad se llame y sale de la habitación.

—¿Quién eres? —pregunto rápidamente, sonríe burlonamente.

—Te lo dije, soy Nicole.

—Entonces ¿no eres Maddie?

—¿Piensas que somos trillizas? —pregunta claramente divertida—. Aunque sería muy entretenido que existirán dos más.

—¿Te divierte tenerme aquí? —mi voz suena ronca y acusatoria, Nicole borra su sonrisa y bufa.

—Mi nombre real es Nicole Foster.

Intento no colapsar con la información ¡ella es la hermana de Leonardo! la misteriosa Nicole Foster, nunca la pude conocer, en realidad ella nunca salió de esa enorme casa de los Foster, nadie entendía el porqué, corrían rumores de que era un fenómeno después del accidente que tuvo en coche a sus diez años, decían que era una chica rebelde, la oveja negra de la familia, La Sra. Foster hablaba horrible de ella a sus intimas amiga, siempre dije que era una señora desagradable ¿Quién puede hablar tan mal de su hija? Ahora lo entiendo ella no es su mamá, es Beatrice.

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