Capítulo 19

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•••Lo nuestro no era química, era magia•••

Tyler

Ya había experimentado el sentimiento y la necesidad de proteger a una persona especial, mi hermana Kat, daría mi vida por ella. Al fin él imbécil la dejo tranquila, al menos eso es lo que me dijo mi hermana.

¿Qué si le creo?

Sinceramente no lo sé, espero que esté diciendo la verdad, aunque su cambio ha sido notorio para bien y eso me mantiene tranquilo.

En cambio, lo que sentí en el momento que Avery mostró terror fue diferente, quería ser yo quien amenazara al tipo, sea quien sea, es muy importante en el pasado de Avery.

No podía quedarme solo sentado en esa mesa sin nada que hacer, tal vez quería estar sola, pero no en la calle, eso es muy tonto de su parte. Apesar que es el lugar de la ciudad más lujosa, no quiere decir que no sea peligroso.

Después de alcanzarla y sostenerla en mis brazos, la deje que sacara todas esas lágrimas, me dolía escuchar su llanto y no poder hacer o decir algo para calmarla, lo único que podía hacer era quedarme en silencio y prestarle mi hombro para que llorará.

Ahora está sentada en mi camioneta viendo hacia la ventanilla, está calmada y sumamente quieta, aún no ha salido un solo sonido de esos deliciosos labios.

Y me inquieto, al mismo tiempo considero que necesita esta tranquilidad, este silencio, por lo menos ya dejo de llorar.

Estaciono la camioneta, lo cual activa a Avery, mira para los lados confundida.

—¿Adónde estamos? —investiga.

—Pronto lo sabrás —Me bajo, rodeo el auto y abro su puerta.

Ella se baja examinando el lugar, agarro su mano y empiezo a caminar, después de unos minutos me detengo, escuchando al instante un suave jadeo de Avery.

—Esto es hermoso, —comenta con alegría y automáticamente me siento afortunado por tener esa reacción de ella.

—Mmuuum —ladeo mi cabeza y sonrió—. No más hermosa que tú.

Me permito mirarla y ver su reacción, no es la primera vez que la elogio y aun así es fascinante como le afecta cada vez que lo hago, por supuesto su sonrojo hace presencia.

—No puedes comparar esa maravillosa imagen, con mi belleza. —Levanta una ceja, su mirada volviéndose picara.

Y ahí volvió la chica que conocí. Miro al frente, la ciudad desde aquí arriba y de noche, es una experiencia única y quise ser el primero en enseñarle esta parte a Avery, tenía hace diez años que no venía al mirador, el clima lluvioso se ha ido, sin embargo, hace mucho más frío que cualquier noche.

—Tienes razón no se puede comparar, pero prefiero mirar tu belleza. —Se le forma una sonrisa a medias .

—Hoy estas muy inspirado, —comenta desviando la mirada.

Se abraza así misma por el frío y su labio inferior tiembla un poco.

—Quédate aquí, ahorita vengo —aseguro caminando hacia la camioneta.

—No es un plan para dejarme botada aquí ¿cierto? —bromea.

—Tranquila no hay osos, sobrevivirás. —Le sigo el juego, al instante escucho como se carcajea.

—¡Muy gracioso! —grita para poder escucharla.

Busco la enorme sabana que había recogido de la lavandería, accidentalmente Maya me tiro una bebida mientra dormía, bueno tal vez no fue tan accidental.

Sedúceme Despacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora