Pasado, presente y futuro

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Al día siguiente, Anthony y Benedict se dirigieron al club de caballeros con la esperanza de encontrarse con Lady Charlotte. La preocupación los acompañaba mientras esperaban en uno de los salones privados, observando la puerta con impaciencia. Los minutos se convertían en horas, y la figura de Lady Charlotte no se materializaba.

—¿Crees que solo nos hizo perder el tiempo? —preguntó Benedict, después de un rato, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.

Anthony suspiró, su mirada fija en el reloj de la pared.

—Podría ser. Quizás solo quería sembrar desconfianza hacia el conde por algún tipo de rencor personal —respondió, aunque no podía sacudirse el presentimiento de que algo más estaba ocurriendo.

—Entonces, ¿dejamos el tema? —sugirió Benedict, alzando una ceja.

Anthony asintió lentamente.

—Por ahora, sí. No tenemos otra opción.

En ese momento, decidieron volver al bar con el resto de caballeros. Instantes después entraron Lord Sheffield y, seguidamente, Will Mondrich. Al ver a los Bridgerton, ambos hombres sonrieron y se acercaron para unirse a la conversación.

—Bridgerton —saludó Sheffield con una inclinación de cabeza.

—Lord Sheffield, Mondrich —respondió Anthony con una sonrisa cortés.

Mondrich, siempre amigable, fue el primero en romper el hielo.

—¿Cómo va todo? —preguntó, dirigiéndose a Sheffield— He oído que has estado pasando mucho tiempo con Elizabeth.

El conde sonrió con satisfacción, sus ojos brillando de emoción.

—Sí, es cierto. De hecho, planeo pedirle la mano muy pronto. Estoy seguro de que será una magnífica adición a mi vida.

Anthony sintió una punzada de celos, pero mantuvo su expresión neutral. Segundos más tarde, pidió un whisky.

—¿De verdad? —preguntó Benedict, sonriendo— Eso es... sorprendente.

Aprovechando la oportunidad, Anthony decidió indagar sobre Lady Charlotte.

—Hablando de sorpresas, Lord Sheffield, he oído mencionar a una tal Lady Charlotte. No la conozco personalmente, pero parece ser una figura intrigante. ¿Sabes algo de ella?

El conde levantó una ceja, claramente interesado en la dirección de la conversación.

—Lady Charlotte, dices... —respondió, fingiendo pensar— Sí, la conozco. Una mujer interesante, sin duda, pero no tan relevante en nuestro círculo social. Es mejor que no te preocupes demasiado por ella, Bridgerton.

Mondrich, curioso por la conversación, intervino.

—¿Quién es esta Lady Charlotte? No me suena.

Sheffield se encogió de hombros.

—Es una mujer que conocí hace bastante. Digamos que no es alguien en quien pondría mucha confianza.

Anthony captó la indirecta y decidió no presionar más por el momento, aunque la intriga no disminuyó. Todo lo contrario.

—Entiendo. Simple curiosidad —dijo Anthony, sonriendo cortésmente pero retándole, en cierta forma, con una mirada desafiante— En cualquier caso, espero que tu propuesta a Elizabeth sea bien recibida. Ella es excepcional.

El conde asintió, satisfecho con el giro de la conversación.

—Gracias, Bridgerton. Lo aprecio realmente- afirmó con tono irónico.

Los Bridgerton: Vidas pasadas (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora