Los Bridgerton: Vidas pasadas (Anthony Bridgerton)

Escándalo real

Sociedad y Escándalos

Queridos lectores,

Los ecos del White's resonaron ayer con una conmoción que ningún londinense podría haber anticipado. Se dice que el Vizconde Anthony Bridgerton, conocido por su porte inquebrantable, tuvo una confrontación pública con el Conde de Sheffield, todo por el amor de una dama. ¡Pero esperen! No cualquier dama, sino la prometida del Conde, la señorita Elizabeth.

Fuentes fidedignas revelan que el Vizconde, recientemente separado de su esposa, la célebre Kate Bridgerton, declaró su intención de casarse con Elizabeth, su verdadero amor. En un movimiento audaz, el Vizconde proclamó sus sentimientos y su intención de impedir la boda del Conde.

El Conde de Sheffield, asombrado y furioso, cuestionó la cordura de Bridgerton, acusándolo de dejar a su esposa por un "viejo amor de verano". Pero el Vizconde, firme y apasionado, defendió su amor por Elizabeth como el verdadero y eterno.

¿Qué pensará la señorita Elizabeth de este torbellino de pasiones? ¿Y qué repercusiones sociales tendrá este escándalo?

Nos mantendremos atentos, como siempre, para traerles todos los detalles.

Hasta la próxima,

Lady Whistledown

Madame Delacroix, con la columna en mano, irrumpió en la habitación de Elizabeth, su rostro pálido de preocupación y sorpresa.

—¡Elizabeth, despierta! —exclamó, sacudiendo a la joven que aún dormía.

Elizabeth se incorporó, parpadeando somnolienta, tratando de entender la urgencia.

—¿Qué ocurre, Genevieve? —preguntó, su voz aún adormilada.

—¿Qué ocurre? ¡Esto ocurre! —Madame Delacroix agitó la columna de Lady Whistledown frente a ella— ¿Es cierto todo esto?

Elizabeth tomó el papel, sus ojos recorriendo rápidamente las palabras escritas. Su rostro pasó de la sorpresa al asombro y finalmente a la confusión.

—No puedo creerlo... —susurró, más para sí misma que para Madame Delacroix.

Genevieve se sentó a su lado, su expresión suavizándose.

—Elizabeth, ¿es verdad lo que dice aquí? ¿Anthony realmente quiere impedir tu boda y casarse contigo? —preguntó, su tono lleno de incredulidad y preocupación.

Elizabeth asintió lentamente, aún procesando la información.

—Ayer... Anthony me dijo que Kate y él se habían separado. Me pidió la mano y le dije que las cosas no funcionaban así —dijo, sus ojos encontrando los de Genevieve— Pero no esperaba que fuera tan lejos, no de esta manera.

Madame Delacroix tomó la mano de Elizabeth, apretándola con fuerza.

—Entonces, ¿qué harás ahora? —preguntó suavemente.

Elizabeth miró a su amiga, su mente aún enredada en la maraña de sentimientos y decisiones que debía tomar.

—No lo sé, Genevieve. Pero una cosa es segura, necesito hablar con Anthony. Y con el Conde. Esto no puede continuar así —dijo, su voz ganando firmeza.

Genevieve asintió, su preocupación transformándose en un apoyo silencioso.

—Entonces, empecemos por eso. Tenemos que hablar con el loco de Anthony —afirmó, su tono decidido y reconfortante.

Elizabeth estaba aún asimilando la información revelada en la columna de Lady Whistledown cuando las trompetas resonaron en la calle. Madame Delacroix, que estaba aún sentada junto a ella, se levantó de un salto.