Una boda muy esperada

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La boda de Penelope y Colin estaba en pleno apogeo en la residencia Bridgerton, con luces brillantes y risas llenando el aire. Kate, siguiendo las instrucciones del conde de Sheffield, mantenía un aire distante y reservado, especialmente hacia Elizabeth. Anthony notaba el cambio, pero no entendía qué lo había causado.

La recepción estaba en su punto culminante cuando el conde se acercó al grupo, saludando con una sonrisa calculada.

—Anthony, Lady Bridgerton —dijo el conde, inclinando ligeramente la cabeza— Es un placer verlos esta noche.

Kate respondió con una amabilidad inusitada, casi excesiva.

—Conde de Sheffield, qué gusto verle. Espero que esté disfrutando de la boda.

Anthony miró a su esposa con sorpresa, pero antes de que pudiera decir algo, Elizabeth se acercó tímidamente al grupo.

—Anthony, quería preguntarte algo sobre...

Kate, sin perder un segundo, interrumpió.

—Anthony, cariño, ¿podrías traerme una copa de champán? —dijo, su voz firme pero suave, dejando claro que no quería que Anthony hablara con Elizabeth.

El conde sonrió sutilmente, disfrutando del control que parecía tener sobre la situación.

—Y, dígame, Kate, Anthony, ¿para cuándo un heredero? —comentó el conde, su tono cargado de insinuaciones.

Anthony, visiblemente irritado, se volvió hacia Elizabeth.

—Bueno, está siendo una temporada bastante ajetreada... ¿Necesitabas algo, Elizabeth? —preguntó, ignorando a Kate por un momento.

Kate, con una calma estudiada, colocó una mano en el brazo de Anthony.

—Anthony, por favor, el champán —reiteró, sus ojos lanzando una advertencia.

Elizabeth, sintiendo la tensión, respondió rápidamente.

—No, no te preocupes, Anthony. No es nada importante —dijo, tratando de sonar despreocupada pero fallando en ocultar su tristeza.

El conde aprovechó el momento para acercarse aún más a Kate.

—Lady Bridgerton, me alegra ver que toma el control de la situación con tanta gracia —dijo en voz baja, asegurándose de que Anthony y Elizabeth no pudieran escuchar.

Kate asintió, sus ojos buscando alguna señal de apoyo en el conde.

—Gracias, conde. Hago lo que puedo —respondió, su voz temblando ligeramente.

Anthony, volviendo con la copa de champán, observó la escena con una creciente desconfianza.

—Aquí tienes, Kate —dijo, entregándole la copa y mirando fijamente al conde— Espero que estés disfrutando de la noche, conde de Sheffield.

El conde sonrió, una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

—Oh, absolutamente, Lord Bridgerton. Es un evento que será recordado. Su hermano Colin parece un hombre excepcional.

La tensión en el aire era palpable mientras los cuatro permanecían en un incómodo silencio. Kate, atrapada entre la lealtad a su esposo y las manipulaciones del conde, se sentía cada vez más insegura. Elizabeth, herida por la frialdad de Kate, miraba a Anthony con tristeza, mientras él trataba de entender qué estaba sucediendo.

La boda continuó alrededor de ellos, pero para los cuatro, el ambiente era todo menos festivo.

Minutos más tarde, Kate se unió al grupo donde estaban Francesca, Eloise y Elizabeth charlando animadamente. Sus ojos se posaron en Elizabeth, pero su expresión era fría y distante. Francesca y Eloise intercambiaron miradas preocupadas. Elizabeth, tratando de mantener la compostura, respondió con una sonrisa forzada.

Los Bridgerton: Vidas pasadas (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora