[Un Asesino Suelto 27]

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Harry con Noah y Abigail, después de ir se del patio de juegos lleno de peluches. Harry aun estaba molesto, pero sus amigos lo conocían muy bien, Harry tiene mucha confianza en ellos, y nunca ha tenido una novia. Mucho menos enamorarse.
Por el otro lado, Draco seguía jugando en los juegos con sus amigos, bueno el solo miraba como sus amigos se divertian. Solo estaba en modo pensativo, vio la como tenía la cara de Harry, estaba muy molesto. Draco amaba ver la cara molesta de Harry, pero esta vez no fue lo mismo, lo miro con una mirada de odio.
Sabía que el está muy enojado con el y sus amigos, Draco quería enamorar a Harry, no hacer que el lo odie. Después de que sus amigos le dieran a Draco todos los premios que consiguieron.
Todos fueron llevados a su casa, Lucius y Narcissa estaban en su habitación. Y Draco tenía ordenado todos sus regalos en su habitación, Draco agarro el libro que su padre le había prometido.
El libro no era uno cualquiera, tenias que hacer un conjuro para que se pueda abrir. Draco creo su propio conjuro para su libro, se sentó en su silla y empezó a escribir. Se sentía raro... Como que todo su peso se iba, diría que Draco se sentía aliviado y bien, como era todo un diario, escribió quien era y su biografía hasta ahora, con una letra cursiva y muy elegante con tinta negra, ese diario era básicamente para poner todo lo que penaba sobre su amor, sobre Harry Potter. Y como trataría de conquistarlo, poniendo sus resultados, y ponía todo lo que sabia de él.
De pronto sintió la puerta abrirse, el rápidamente cerró el libro y lo escondio en su espalda.

Lucius:
—¡Draco!, ¡¿qué haces despierto?! —

Draco:
—padre... Solo estaba ordenando—

Lucius:
—¡si ya terminaste por lo menos ve a tu cama! Mañana me acompañaras a la joyería, y sin reclamos—

Draco:
—si padre... —

Lucius:
—bien... ¡Ya duérmete! —

Lucius cerró la puerta de un solo portazo, Draco escondió su diario en su almohada, y a dormir...

Ya paso un mes y varios días del cumpleaños de Draco, Harry estaba feliz saltando en la puerta de la entrada, recibió las cartas de Ron y Hermione, ¡acaban de llegar! Y llegarían a su casa el día de mañana, Harry daba puros saltitos, porque la verdad, Harry extraña muchos a sus amigos.
Estuvo toda la tarde ordenando la casa, junto con Toby, no podía controlarse de la emoción.

Lily:
—¡Harry, ven para abajo! —

Lily Potter llamó a Harry para que bajara, Harry bajo corriendo de las escaleras. Hacia la sala.

Harry:
—¿qué pasa madre? —

Lily:
—mira Harry, mañana como vendrán tus amigos a la casa, yo con tu padre tendremos que ir hacia el Ministerio de Magia por algunas cosas, y te dejaremos solo en la casa con tus amigos por algunas horas—

Harry:
—¿se van a ir antes o después de que lleguen mis amigos? —

James:
—después de que lleguen tus amigos, nos quedaremos hasta que recibamos a tus amigos, Toby los estará vigilando, se responsable y ten cuidado. Puede ser que nos vayamos cuando ellos justo lleguen a la casa, no es necesario que vayan a hacer la comida, tu madre les dejará a ti con tus amigos —

Harry asiente con la cabeza, hasta que un golpe se escucha en la ventana, Harry se acerca viendo a una lechuza, la reconocio por el golpe, era Error. La lechuza de la familia de Ron Weasley.

Lily:
—¿es de Ron cierto? —

Harry:
—si—

Harry la abre, era Ron que le mandaba la carta para que supiera que Ron y Hermione invitaron a Neville, Harry empezó a saltar de alegría. Hace tiempo que Neville le venía avisando que no sabía si podía ir, ya que el vive con su abuela y algunas veces no puede salir. Hermione se ofreció para llevar a los dos para la casa de Harry. ¡Problema resuelto!
Harry no podía dejar de sonreír, extrañaba mucho a sus amigos.

No me dejes... / Drarry \Donde viven las historias. Descúbrelo ahora