No se hicieron esperar mucho tiempo los comentarios sobre su parentesco a Sirius Black.
—Ignora a aquellos idiotas, no tienen nada bueno que hacer su vida —Cedric Diggory, un chico de cabello castaño que iba tres cursos por encima de Vela, es decir, en sexto.
—Lo hago, aunque no viene mal de vez en cuando responder o bromear ante sus preguntas —respondió Vela —. Muchos creen que he venido para acabar yo con Harry Potter.
—Pero si eres una dulzura, de seguro no matas ni una mosca —ella ríe un poco sonrojada
—No es necesario exagerar
Vela estuvo anotando en su libreta a todas las personas que ha estado conociendo, así sabía con quién relacionarse y con quién no, era la forma más segura.
Ella intentaba dar lo mejor de sí misma en todas las clases, pero pociones se le complicaba y tener la mirada de Snape sobre ella y haciéndole constantes preguntas no ayudaba. No se sentía cómoda y era frustrante. Vela sentía que Severus Snape tenía algo en su contra y le molestaba eso, ya que el aura que él tiene es algo que le agradaba, pero en vez de darle seguridad, era más bien lo contrario, solo quería que esa clase terminara en cuanto entra a las mazmorras.
Severus Snape, al saber que había un Black en el castillo, que además era hija de Sirius Black, no pudo evitar sentir lo mismo que sintió cuando vio a Harry Potter, ambos niños le recordaban a aquellas personas que lo acosaban en su juventud y no hacía más que desquitarse con ellos.
Llegó el punto en el que Vela colapsó, no soportó más estar en aquel lugar y abandonó la clase de pociones con lágrimas en sus ojos. Ya no quería estar más ahí, quería volver a casa o ir a Ilvermorny, no quería seguir en Hogwarts.
Fue a su sala común, ignorando las miradas curiosas que le daban algunos estudiantes, tomó un pergamino para empezar a escribir una carta a su padre pidiendo reunirse con él en Hogsmeade el sábado.
De aquí a que llegara el día de reunirse con su padre, había un poco de tiempo para poder pensar antes de tomar una decisión que podía ser precipitada.
Cuando llegó el sábado, ella fue directo a donde iba a encontrarse con su padre, que en cuanto lo vio saltó sobre él para abrazarlo
—¡Papi!
—Mi hermoso solecito —dijo Regulus al abrazarla —. Vamos a las tres escobas para hablar
Los dos se sentaron en un rincón apartado del lugar, querían poder hablar con tranquilidad, sin tantos oídos y miradas curiosas
—¿Qué pasó, solecito? —Vela bajó la mirada al recordar lo que había pasado —. ¿Quién? Dime el nombre y me encargaré
—No es eso, papá —susurró —. Ya no quiero estar aquí, no me gusta Hogwarts
—¿No te gusta? ¿Por qué no te gusta? ¿Qué hizo que no te gustara? ¿Te están molestando? —Regulus se estaba empezando a sentir molesto
—La gente habla por el tema de él, pero me da igual —intenta aclarar
—¿Entonces?
—Creo que no le agrado al maestro de pociones, más bien me odia —respondió —. No puedo estar en la clase sin sentir que no hago nada bien, siempre dice que soy una tonta, una estúpida
»En verdad lo estoy intentando, pero ni siquiera me da una oportunidad, siempre me hace preguntas y algunas son muy difíciles para que yo las responda, se burla cada vez que respondo mal o algo me sale mal
Unas pequeñas lágrimas caen por su rostro.
Regulus sentía que quería matar a alguien, su pequeña estaba llorando por culpa de un idiota
—¿Quién es tu maestro de pociones?
—Severus Snape
La mirada de Regulus pareciera haberse oscurecido. No dijo nada, solo abrazó a su pequeño sol y limpió las lágrimas que caían de sus ojos.
—Hablaré con él o con el director sobre esto, mantenme al tanto de cómo vayan las cosas, si la situación continúa te sacaré de aquí.
En cuanto ellos se despidieron y Regulus volvió a casa, no dudó en escribir a Severus Snape, diciendo que fuera a su casa y firmando con un "R. A. B." como solía hacer.
No fue necesario esperar tanto para que aquel profesor entrara en la habitación
—¿Cómo es que estás vivo? —preguntó Snape, a lo que solo recibió un puñetazo en la cara —. ¿Me dijiste de venir solo para pegarme?
—Es lo mínimo que te mereces, hiciste llorar a mi hija
—¿Tu hija? —Snape frunció el ceño y luego entendió la situación —. Creí que era hija de... Y estás vivo...
—¿Estabas tratando del asco a mi solecito solo por eso?
—No sabía que era tu hija —se excusó
—¿Y consideras normal tratar mal a un niño por quien es su padre? —Regulus suelta un suspiro —. Vela es biológicamente hija de mi hermano, pero él se desentendió incluso antes de que ella naciera, he cuidado y criado a Vela como si fuera mi hija, porque para mí ella es mi hija.
»Y si estoy vivo, también es por ella —le mostró el antebrazo, mostrando la ausencia de la marca
»No quiero que vuelvas a tratar mal a mi hija, Severus, u olvidaré que eras mi amigo. Porque ni el señor tenebroso ni Grindelwald serán tan crueles como lo seré yo si vuelves a hacer llorar a Vela.
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Auras
FanfictionUn sol leal y cálido para los aliados. Un sol infernal y sofocante para los enemigos. Vela Phoenix Black, también llamada como "solecito", es la chica más encantadora que muchos podrían conocer. Ella era dulce, pero solo con los que quería. Ella es...