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La casa Black estaba toda iluminada y con distinta decoración. Había muérdago en algunas partes de la casa, velas en la ventana y algunas figuritas colgaban de la puerta de entrada.

Kreacher dejó el tronco en la chimenea. Vela tocaba el piano mientras Regulus leía un libro, no había mejor compañía a la lectura que buena música y su hija era muy talentosa

—Vela, cariño, ¿puedes tocar "kiss the rain"?

—Sí, abuela.

Los dedos de Vela se deslizaron por las teclas, empezando tocar una melodía diferente a la que estaba tocando antes. La música inundó el salón, trasmitiendo calma y tranquilidad.

—¿Cómo van las cosas en Hogwarts?

—Bien, aunque con esa infiltración en Hogwarts todo es complicado, unos estudiantes salieron lastimados por culpa de los dementores —respondió Vela sin dejar de tocar

—-Intentaré hablar en el ministerio

—Ojalá conseguir algo, Susan me dijo que sus padres hablaron con madame Bones, su tía, pero todo parece indicar que hasta que no lo atrapen los dementores no dejaran el castillo

—Mantenme informado cuando vuelvas a clases, si llega a suceder otro ataque iré a presionar al ministerio —Regulus soltó un suspiro para luego encender la chimenea —. Que la madre magia nos bendiga...

—Que la madre magia nos bendiga —repitió Vela.

Harry Potter se quedó en el castillo, como lo había hecho en años anteriores. Los gemelos Weasley le habían dado el mapa del merodeador, por lo que con eso se podía mover con facilidad por el castillo y por los atajos, así fue como llegó a Hogsmeade la primera vez, ya que sus tíos no firmaron la autorización. Y, gracias a eso, se enteró de una verdad que casi le hace perder la respiración. Sirius Black había sido amigo de sus padres y era su padrino. Sirius Black había traicionado a sus padres.

Ya no podía ver a Vela de la misma forma, no había interactuado con ella, pero sabía que era hija de Sirius Black, todo Hogwarts lo sabía, también sabía que muchos hablaban de lo buena que era ella, pero no podía volver a verla de una forma que no sea como hija del que traicionó a sus padres.

Solo era cuestión de tiempo para que todo culminara, no solo Sirius Black había sido visto dentro del castillo, sino también dentro de la sala común de Gryffindor. Harry deseaba que Black lo encontrara, para así poder acabar con él.

Una noche, mientras veía el mapa del merodeador, vio el nombre de una persona, ese nombre no debía estar ahí.

Rebuscó por la habitación buscando a la persona dueña de ese nombre, pero no había nadie, el mapa debía estar equivocado, porque Peter Pettigrew estaba muerto, Sirius Black lo había matado, o eso se creía, ya que solo se había encontrado su dedo.

Harry no tuvo de otra que compartir sus dudas con Remus Lupin, porque lo habían descubierto con el mapa.

—El mapa no se equivoca —susurró cuando quedó a solas en su oficina.

Abrió aquel pergamino y dijo las palabras claves para que este revelara su contenido. Empezó a buscar por el mapa el nombre que le habían dicho y ahí estaba, en la zona de Gryffindor.

¿Pensaba Sirius terminar el trabajo?

Remus no entendía nada, todo lo que creía fue destruido con solo escuchar un nombre, con solo leerlo.

Debe saber la verdad, debe saber qué está sucediendo

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