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—¡Evan!

Los dos Slytherin corrían por los pasillos del castillo, el que iba por delante soltaba varias carcajadas por el camino, mientras que el que le perseguía intentaba lucir molesto, aunque de vez en cuando igual esbozaba una sonrisa.

Poco más atrás venían dos chicos conversando entre ellos viendo como los otros dos corrían

—¿Deberíamos ayudarlo?

—¿A quién? ¿A Reg o a Evan? —preguntó el de cabellera azabache

—¿A los dos?

—No creo que Evan se lo merezca, Barty, y creo que Reg se está divirtiendo, está sonriendo un poco después de lo que pasó.

—Lo sé, Bastie, de solo pensarlo me dan ganas de ir a maldecir, nuestro Reggie ha estado triste por su culpa, ni siquiera tuvo consideración con él —Barty suelta un suspiro —. No es el único que tiene unos padres de mierda, que lo tratan como la mierda, me parece un asco que haya dejado a su hermano en lo que él considera un infierno.

»Lo dejó ahí sabiendo lo que podría pasarle.

—Yo tampoco estoy feliz, pero no podemos hacer más, no podemos interferir y lo sabes —Rabastan miraba a sus amigos para luego mirar a Barty a los ojos —. Solo nos queda estar ahí para él, por lo menos Evan logró sacarle una sonrisa.

—Veamos cuanto dura, de seguro terminarán donde Severus pidiendo ayuda

—Él les dirá que no lo metan en estupideces

—E irán donde nosotros —terminaron diciendo a la vez

Ambos ya conocían muy bien la rutina de sus amigos, eran bastante predecibles con su actuar, por lo que ya sabían como iban a ir las cosas.

Luego de una media hora, los chicos que iban corriendo se detienen, ambos cansados del maratón que acababan de tener

—Ve con Evan, Barty, yo hablaré unas cosas con Regulus —Barty miró a Rabastan unos segundos antes de asentir, dejando así a los dos chicos

—¿De qué quieres hablar? —el chico de ojos azules solo le sonrió y señaló el patio con la cabeza

—Demos una vuelta

—Me estás poniendo nervioso —admite Regulus

—Solo quiero hablar contigo, puedes confiar en mí para decir como te sientes

—Bastie...

—Eres mi amigo, Reg, puedes confiar en mí, no me burlaré de ti por dejar salir tus emociones, estamos juntos en esto, lo sabes

Regulus dejó salir un suspiro, había sentido sus ojos humedecerse, pero no quería llorar, no quería mostrarse débil ante su amigo, además, ya le había dedicado muchas lágrimas a su tonto hermano mayor.

—Esperaba que aunque sea me llevara con él —confesó —. Aun cuando no me llevara bien con sus amigos o fuera un trato indiferente, esperaba que pensara en mí y dijera algo "es mi hermano, no puedo dejarlo ahí"

»Supongo que esperé algo que nunca iba a suceder. No digo que haber dejado la casa de nuestros padres haya sido malo, pero... me dejó a mi suerte ahí, sabiendo lo que madre podría hacerme, sabiendo todo eso...

»¿Tan mal hermano he sido? ¿Soy una mala persona?

Los brazos de Rabastan envolvieron a Regulus, este no pudo contenerse más y empezó a llorar en los brazos de su amigo.

—Lo siento mucho, Reggie, lamento no poder decir o hacer algo para consolarte, perdóname por no poder hacer algo por ti

Para Regulus, sus amigos eran su única luz, pero solo con Rabastan se permitía mostrar esa faceta, solo con él se permitía mostrar debilidad, él se había convertido en su lugar seguro, no sabía si era porque ambos eran los menores ante sus hermanos y podían entenderse, pero la conexión que ambos tenían era algo que no se podía replicar en nadie más

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