Un sol leal y cálido para los aliados.
Un sol infernal y sofocante para los enemigos.
Vela Phoenix Black, también llamada como "solecito", es la chica más encantadora que muchos podrían conocer. Ella era dulce, pero solo con los que quería. Ella es...
Regulus estaba cuestionando seriamente por qué aceptó algo así. Ni siquiera le agradaba la idea, pero ahí estaba él, yendo de compras junto a su prima.
—Presta atención —le regañó Narcissa —. Algo de aquí te debe convencer para Vela.
—Si debo ser sincero, preferiría que mi solecito no fuera con ningún espécimen masculino al baile.
—No puedes ser tan celoso con la niña, en algún momento conocerá a alguien y...
—No lo digas, mi solecito está pequeña para eso —Narcissa soltó un suspiro
Vela suelta un pequeño estornudo antes de llevar la taza de chocolate caliente a sus labios.
—¿Te has resfriado? —preguntó Cedric
—No, creo que el olor a la canela me ha molestado un poco —respondió
—Te dije que no le pusieras tanta
—Mimimimimi —le respondió y siguió bebiendo
—¿Ya te han pedido ir al baile?
—Nop, muchos asumen que iré contigo y ni se me acercan, la otra gran parte piensa que es peligroso ir conmigo porque soy hija del gran prófugo Sirius Black
—Son idiotas —bufó —. Tampoco es como que estén a tu altura, mereces algo mucho mejor que cualquier idiota
—No salgas con tus cosas —ella se sonrojó —. Estás como mi papi
—Como digas —Cedric soltó una carcajada —. Me temo que si quieres ir con Potter tendrás que pedirle tú de ir juntos
—No quiero pensar en eso de momento, tengo que pensar en el vestido, en los zapatos, practicar el baile ¡Tienes que prometerme un baile! —empezó a hablar de forma rápida y enérgica, el chico no pudo evitar sonreír de la ternura que le daba la chica.
—Claramente, bailaré contigo al menos una vez —sonrió —. También debemos tomarnos fotografías, de seguro tu padre apreciará una foto del baile
—¡Es verdad! ¡Qué emoción! Tengo muchas ganas de que llegue el baile
—No sabía que fueras de bailes, pero en cierta forma no me sorprende
—Allá en Estados Unidos se realizan de forma seguida para los distintos solsticios y en Nueva Orleans hay una familia que hace bailes anuales —explicó —. Con papi no íbamos por mucho tiempo, ya que los eventos tan tarde no eran muy apropiados para mí, pero me gustaba mucho asistir.
»Cuando volvimos a Londres creí que no volvería a asistir a uno de ese estilo, así que estoy muy emocionada.
Con el pasar de los días, el tema del baile se hacía más recurrente entre la mayoría de las chicas, que eran las más emocionadas.
Aquel día, Vela iba a reunirse con su padre en Hogsmeade.
—Te ves muy emocionada, solecito —Regulus miraba a su hija con una sonrisa en el rostro
—Ya quiero que llegue el baile, me tomaré muchas fotografías.
—¿Ya tienes pareja?
—No, pero no importa
—Ven conmigo, solecito, mi prima me ayudó a encontrar algo y necesito que te lo pruebes para hacer los ajustes necesarios —explicó Regulus mientras la guiaba a una tienda de ropa que había en aquel pueblo.
Ambos entraron dentro del local, fueron a una parte específica de la tienda. En el maniquí había un largo vestido amarillo con bordado de girasoles y mariposas.
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Vela no pudo evitar soltar un chillido
—¡Oh, por Merlín y Morgana! ¡Es hermoso! ¡Es maravilloso! ¡Me encanta, papi! ¡En verdad me encanta! —Regulus no pudo evitar sonreír
—Es perfecto para ti, solecito, vas a estar radiante
—Muchas gracias, papi, te quiero
Vela volvió al castillo con la bolsa que contenía su vestido bien protegido, por el camino se encontró con el trío de oro, cosa que la confundió, no entendía por qué Harry se había vuelto a amistar con ellos luego de lo que le hicieron pasar y sentir.
—Harry, ¿podemos hablar en privado? —él miró a sus amigos y asintió
—Sí, te acompaño a la entrada de tu sala común —la chica sonrió y asintió —. ¿Qué llevas ahí?
